miércoles, 4 de octubre de 2017

Ateroesclerosis


¿Qué es la ateroesclerosis?

La arterioesclerosis es un síndrome en el cual se depositan excesivamente lípidos (grasas) en las paredes de las arterias. Este depósito provoca una reacción inflamatoria que impide el flujo de oxígeno a los distintos órganos del cuerpo. Con lo cual, las vías arteriales se estrechan conforme se endurece la grasa acumulada en ellas. 
Antes de continuar es necesario recordar que las arterias son los vasos sanguíneos encargados de llevar el oxígeno al cerebro, por ello, cualquier obstáculo que impida este proceso, devendrá en un malestar para el organismo. Por otra parte, los depósitos focales de partículas (de lípidos) reciben el nombre de ”placas de ateroma”.

¿Cómo se forma una placa de ateroma?

Cuando la capa de arterias que se encuentra en contacto con la sangre (endotelio) está afectada por una placa de ateroma, la permeabilidad aumenta. Al ocurrir esto, se permite que el colesterol LDL atraviese fácilmente el endotelio y se deposite en la capa interna.
El colesterol LDL es el llamado “colesterol malo”, y el colesterol HDL, el “colesterol bueno”.
  • Las LDL son proteínas que están en la sangre y que transportan el colesterol hasta las células que lo necesitan.
  • Las HDL son proteínas que, estando también en la sangre, transportan el colesterol hasta el hígado. Esta vía es un “sistema de limpieza”, motivo por el que se le denomina “colesterol bueno”.
Cuando esto ocurre, los macrófagos (glóbulos blancos) entran en acción para captar el colesterol. Entonces, se producen una serie de reacciones químicas de oxidación, cuya consecuencia es la acumulación de macrófagos con colesterol en su interior. Estas células reciben el nombre de “células espumosas”.
Finalmente, estas células mueren (es decir, entran en apoptosis), liberando su contenido en la pared de las arterias. La liberación de citoquinas (moléculas “mensajeras”) por parte de los macrófagos da pie a la secreción de colágeno. De este modo, el colágeno producido por las células recubre la placa de grasa.
Placas de ateroma

¿Cómo se daña el endotelio?

El daño en el endotelio es consecuencia de la incidencia de una serie de factores, algunos modificables y otros no. Además, a ellos debe sumarse una mayor predisposición genética.
Por un lado, los factores no modificables son la edad y el sexo masculino. Los estrógenos actúan como factor protector en mujeres en edad fértil. Por tanto, en varones y en mujeres posmenopáusicas el riesgo es mayor. Por otro lado, los factores que sí pueden modificarse son, básicamente, los hábitos tóxicos y sedentarios:
  • Tabaquismo.
  • Diabetes mellitus.
  • Hipertensión arterial.
  • Síndrome metabólico.
  • Consumo de alcohol.
  • Sobrepeso u obesidad.
  • Patologías en la sangre.
  • Hiperlipidemia (colesterol alto).
  • Haber padecido alguna enfermedad del tipo cardiovascular.
  • La contaminación ambiental, entre otros agentes del medio externo.

¿Por qué es peligrosa la ateroesclerosis?

En primer lugar, la ateroesclerosis es peligrosa puesto que ha resultado ser la causa más frecuente de infarto de miocardio. En la mayoría de los casos, la placa de ateroma se forma en las arterias que irrigan el corazón. También es relativamente frecuente que una placa se rompa y ocluya una de estas arterias.
Además, aumenta el riesgo de isquemia en otras regiones, pudiendo ocasionar un accidente cerebro vascular (un ictus). La placa de ateroma también puede formarse y ocluir los vasos más pequeños de la circulación periférica. Otra de las consecuencias del daño arterial es la formación de aneurismas, es decir, dilataciones anormales en las paredes de una arteria o vena.
Las placas de ateromas aumentan los riesgos de ataques al corazón.
Tratamiento
En este aspecto, lo más importante es la prevención primaria ya que está destinada a reducir las posibles manifestaciones de la enfermedad ateroesclerótica, especialmente los eventos isquémicos. Por lo tanto, es fundamental llevar un estilo de vida saludable, alejarse definitivamente de los hábitos tóxicos y evitar el sedentarismo.
Las recomendaciones más comunes en el tratamiento preventivo son las siguientes:
  • Regular el consumo de alcohol.
  • Mantener una alimentación saludable.
  • Mantener una buena rutina de ejercicios.
  • Evitar el tabaco. Y en caso de ser fumador, se recomienda no continuar con este hábito.
  • En pacientes con hipertensión arterial se aconseja la pérdida de peso y el control de la ingesta de sal. Si las medidas anteriores no son eficaces y en casos graves, se pauta tratamiento antihipertensivo con fármacos.
  • En cuanto al colesterol LDL, debe instaurarse tratamiento con estatinas en todos los pacientes con valores por encima de 190. Cuando hay alto riesgo de enfermedad coronaria o en pacientes diabéticos, instaurar tratamiento si los niveles se encuentran entre 70 y 189. Si la persona ya ha sufrido alguna enfermedad cardiaca o un ictus, se recomienda tratar siempre.
Además del tratamiento preventivo, existe un tratamiento quirúrgico que se destina a aquellos pacientes cuyo caso es de gravedad. Se trata de pacientes con angina de pecho por la obstrucción de las arterias coronarias. Las opciones terapéuticas son la realización de un bypass coronario, o bien, la realización de procedimiento denominado angioplastia.
  • El bypass, en pocas palabras, consiste en fabricar una pequeña derivación que conecte el vaso, evitando la placa.
  • La angioplastia consiste en la recanalización de la arteria obstruida.
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