viernes, 25 de enero de 2019

La fábula de la vaca




Un maestro de sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.

Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes: una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado.

Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:
“En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?”

El señor calmadamente respondió: “amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo.”

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue.

En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó: “Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco.”

El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Más como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden.

Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.

Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático.

El joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro.
Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita): “¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?”

El señor entusiasmado le respondió: “Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.”

Reflexión
Ojalá todo el que lea el cuento, tenga a alguien que le mate su vaca. Matar la vaca, en apariencia es malo, como perder el trabajo, o no encontrar uno nuevo o mejor…
Lo que parece un fin, es simplemente el inicio de algo bueno, nuevo y superador. Salir del estado de aparente confort y comodidad que nos lleva a la muerte en vida. No aprender, no cambiar, no arriesgar, no vivir!
El mercado laboral nos está matando las vacas día a día, a velocidad acelerada. Nos invita a desarrollar y descubrir habilidades que no sabemos que tenemos. Nos invita a aprender, a descubrir a crear, a creer y a vivir!

miércoles, 23 de enero de 2019

La relación entre el peso y el desgaste articular

La sobrecarga articular causada por el exceso de peso y los procesos inflamatorios que se derivan de esta condición son factores que pueden incidir en el desgaste articular.

El exceso de peso y el desgaste articular suponen una mala combinación. Aunque es fácil pasarlo por alto, tanto el sobrepeso como la obesidad incrementan la sobrecarga articular. Además, aceleran el proceso de deterioro de los cartílagos que evitan el roce entre un hueso y otro.
Es cierto que hay muchos factores que pueden incidir en el desarrollo y progresión de este trastorno degenerativo. Sin embargo, cuando el índice de masa corporal está por encima de lo normal, todo el complejo articular resulta comprometido y aumentan las complicaciones.

Si bien las opiniones de esta relación están divididas en la comunidad médica, lo cierto es que mantener un peso saludable reduce todos los riesgos. Por eso, a continuación queremos repasar los aspectos que asocian el peso y el desgaste articular y cómo evitarlo.

¿Qué es el desgaste articular?

El desgaste articular es un proceso degenerativo que se desarrolla por la pérdida gradual del cartílago que recubre las articulaciones. Además, no solo deteriora la superficie articular cartilaginosa, sino que impacta de forma negativa los ligamentos, tendones y meniscos. La función del cartílago es la de amortiguar los extremos de los huesos para permitir su desplazamiento entre sí. Por ello, al deteriorarse, se detona un proceso inflamatorio progresivo que causa dolor severo y dificultades de movimiento.
En la mayoría de los casos, al tratarse de un desgaste progresivo, aparece con más frecuencia en las personas mayores. No obstante, su evolución temprana y el avance rápido de sus síntomas también se vinculan con el sobrepeso y obesidad.

Relación entre el peso y el desgaste articular


Hombre con obesidad pesándose.
En primer lugar, se produce un daño directo por el impacto del peso sobre la articulación.

Hay varios mecanismos que permiten explicar el vínculo que tiene el peso y el desgaste articular. El primero y más obvio es que no es igual que una rodilla soporte 65 kilos que 90. En el segundo caso, por supuesto, el desgaste del cartílago es superior. Por otro lado, los pacientes con sobrepeso y obesidad tienen una limitación funcional que incide en el desarrollo de problemas como la artrosis u osteoartritis. Esto, en conjunto con la presión que aumenta sobre la articulación, aumenta la fricción y roce entre los cartílagos, propiciando su degeneración prematura.
El otro factor, que es menos obvio, es que las personas obesas tienen desequilibrios hormonales que elevan los procesos inflamatorios y el desgaste del cartílago. Esto podría explicar por qué también afecta las manos y codos, que son articulaciones que no soportan peso.

El sobrepeso empeora los síntomas de desgaste articular

La severidad de los síntomas de desgaste articular es superior en aquellos que tienen mucho peso. De hecho, para disminuir el dolor y la inflamación, sobre todo en la artrosis de rodilla, es aconsejable adelgazar. Un índice de masa corporal por encima de lo normal eleva la sobrecarga en la articulación y aumenta las crisis de dolor. Además, disminuye la movilidad y hace más difícil el control de la obesidad.
De igual forma, esta condición viene ligada a problemas como la diabetes e hipertensión, que inciden de forma negativa en el daño del cartílago. Por consiguiente, la relación entre el peso y el desgaste muscular no se limita solo al desgaste causado por la sobrecarga, también incide en su índice de progresión y severidad.

¿Bajar de peso puede reducir el dolor del desgaste articular?


Mujer en una báscula contenta.
Reducir el peso corporal ayuda a reducir el dolor y la progresión del daño articular.

Cuando ya se ha desarrollado una patología por el desgaste articular, no hay forma de curar definitivamente el dolor. Sin embargo, en el caso de los pacientes con exceso de peso, perder unos cuantos kilos puede ayudar a disminuirlo. De hecho, estudios científicos han concluido que cada libra de peso perdido llega a disminuir hasta cuatro veces la carga ejercida sobre las rodillas en las actividades diarias. Por ende, alcanzar un peso sano y equilibrado resulta determinante para mantener la calidad de vida.

Recomendaciones para combatir el sobrepeso y obesidad

Las medidas para combatir el sobrepeso y obesidad varían en cada paciente, en función de su edad, condición física y estado de salud. Sin embargo, a nivel general, hay algunos consejos clave que pueden ayudar a reducir unos cuantos kilos.
  • Adoptar una dieta equilibrada, baja en calorías, que incluya todos los grupos de nutrientes.
  • Disminuir la ingesta de carbohidratos simples, azúcares y grasas saturadas.
  • Tomar un desayuno de alta calidad, con proteínas y ácidos grasos omega 3.
  • Optar por los lácteos desnatados o las leches vegetales.
  • Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, refrescos azucarados y estimulantes.
  • Dividir las porciones y hacer entre cinco y seis comidas diarias.
  • Preparar snacks saludables con frutas, vegetales y raciones pequeñas de frutos secos.
  • Hacer ejercicio físico regular o practicar algún deporte.
En conclusión, la relación entre el peso y el desgaste articular es el motivo por el cual los pacientes con sobrepeso y obesidad tienen más complicaciones asociadas a este proceso degenerativo. Por lo tanto, tanto para su prevención como para su tratamiento es esencial tratar de mantener un peso sano.

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