jueves, 22 de noviembre de 2018

La leyenda del Arco Iris



Cuenta una antigua leyenda que un día los colores se pusieron a discutir sobre cuál de ellos era el más importante.
El verde empezó diciendo: «Sin duda, yo soy el más importante pues soy el signo de la vida y la esperanza. Me han escogido para la hierba, los árboles, las hojas… Sin mí todos los animales morirían. Mirad alrededor y veréis que estoy en la mayoría de las cosas».
Pero el azul le interrumpió: «Tú sólo piensas en la tierra, pero considera el cielo y el mar. El agua es la base de la Vida y son las nubes las que la absorben del mar azul. El cielo da espacio, y paz y serenidad. Sin mi paz no serías más que un aficionado».
Antes de que el azul terminara su discurso, el amarillo soltó una risita:  «¡Vosotros sois tan serios! Yo traigo al mundo risas, alegría y calor. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez que miráis a un girasol, el mundo entero comienza a sonreír. Sin mí no habría alegría».
Acto seguido, el naranja tomó la palabra: «Yo soy el color de la salud y de la fuerza. Puedo ser poco frecuente pero soy precioso para las necesidades internas de la vida humana. Yo transporto las vitaminas más importantes. Pensad en las zanahorias, las calabazas, las naranjas, los mangos y papayas. No estoy, todo el tiempo dando vueltas, pero cuando coloreo el cielo en el amanecer o en el crepúsculo mi belleza es tan impresionante que nadie piensa en vosotros».
El rojo, que no podía contenerse por más tiempo, dijo: «Yo soy el color del valor y del peligro. Estoy dispuesto a luchar por una causa. Traigo fuego a la sangre. Sin mí la tierra estaría vacía como la luna. Soy el color de la pasión y del amor; de la rosa roja, la flor de pascua y la amapola».
Entonces, el violeta enrojeció con toda su cólera al ir escuchando a sus compañeros y, como era el más alto, habló con toda su pompa: «Soy el color de la realiza y del poder. Reyes, jefes de Estado, obispos, me han escogido siempre, porque el signo de la autoridad y de la sabiduría. La gente no me cuestiona; me escucha y me obedece».
El añil, que realizó la última intervención, habló mucho más tranquilamente que los otros, pero con igual determinación: «Pensad en mí. Soy el color del silencio. Raramente repararéis en mí, pero sin mí todos seríais superficiales. Represento el pensamiento y la reflexión, el crepúsculo y las aguas profundas. Me necesitáis para el equilibrio y el contraste, la oración y la paz interior.»
La discusión de los colores se hizo cada vez más apasionada y ruidosa, cada uno convencido de que él era el mejor pero de repente, apareció un resplandor de una luz blanca y brillante acompañada de relámpagos y truenos que retumbaban con estrépito. En ese momento, la lluvia empezó a caer a cántaros, de forma implacable y con mucha fuerza.
Y los colores empezaron a esconderse, a acurrucarse con miedo, acercándose unos a otros buscando protección…
Fue entonces cuando la lluvia habló: «¿Estáis locos, colores, luchando contra vosotros mismos, intentando cada uno dominar al resto? ¿No sabéis que el Universo os ha hecho a TODOS? Cada uno para un objetivo especial, único, diferente. Él os ama a todos. Juntad vuestras manos y venid conmigo. Lo Divino quiere extenderos a través del mundo en un gran arco de color, como recuerdo de que os ama a todos, de que podéis vivir juntos en paz, como promesa de que está con vosotros y como señal de esperanza para el mañana».
Y así fue como, según esta leyenda, el Universo usó la lluvia para lavar el mundo y puso el arco iris en el cielo como símbolo de amor por todo y para que, cuando lo veamos, nos acordemos siempre de que todos somos importantes.

Cuento, reflexión, leyenda: Popi el alpinista


Popi el alpinista era famoso por sus intentos de escalar la gran montaña nevada.
Lo había intentado al menos 30 veces, pero siempre había fracasado.
Comenzaba la ascensión a buen ritmo, con la vista puesta en la nieve de la cima, pensando en la maravillosa vista y aquel sentimiento de libertad.
Pero a medida que las fuerzas le fallaban, bajaba los ojos, y miraba más a menudo sus desgastadas botas, y finalmente, cuando las nubes le rodeaban, y comprendía que ese día no podría disfrutar de la vista, se sentaba a descansar, aliviado, para comenzar el descenso de vuelta al pueblo, pensando en las bromas que tendría que volver a soportar.
Una de aquellas veces subió acompañado por el viejo Chisco, el óptico del pueblo, que fue testigo del fracaso. Fue el propio Chisco quien más animó a Popi para volver a intentarlo, y le regaló unas gafas oscuras especiales; «si comienza a nublarse, ponte estas gafas, y si comienzan a dolerte los pies, póntelas también; son especiales, te ayudarán».
Popi aceptó el regalo sin darle importancia, pero cuando volvió a sentir el dolor en los pies, lo recordó y se puso las gafas. El dolor era muy molesto, pero a través de los cristales podía seguir viendo la cumbre nevada, así que siguió avanzando. Como casi siempre, la mala suerte volvió a aparecer en forma de nubes, pero esta vez eran tan ligeras que podía seguir viendo la cumbre a través de las nubes.
Así siguió Popi escalando, dejó atrás las nubes, olvidó sus dolores y llegó al fin a la cima. Merecía la pena. Su sensación de triunfo fue incomparable, casi tanto como aquella maravillosa vista, custodiada por el silencio y con la montaña rodeada de un denso mar de nubes.
Popi no recordaba que fueran tan espesas; entonces miró las gafas cuidadosamente, y lo comprendió todo: Chisco había grabado una difusa imagen en los cristales con la forma de la cumbre nevada, que solo podía percibirse al dirigir los ojos hacia arriba. Chisco había comprendido que en cuanto Popi perdía de vista su objetivo, se dejaba llevar y perdía la ilusión por seguir subiendo.
Comprendió entonces que el único obstáculo para llegar a la cima había sido su desánimo, el dejar que la imagen de la montaña desapareciera entre los problemas, y agradeció a Chisco que mediante un engaño le hubiera hecho ver que sus objetivos no eran imposibles, y que nunca se habían movido de su sitio.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

REMOLACHA


La remolacha es una de las hortalizas más dulces y llenas de energía. Consumirla te ayuda a controlar la tensión y proteger el corazón.
La "raíz" de remolacha (Beta vulgaris) es en realidad el tallo bajo de esta planta nativa de la Europa mediterránea y occidental. Los humanos han comido esta planta desde la prehistoria, al principio sus hojas y después la parte subterránea de algunas variedades. En la Grecia clásica, las raíces de remolacha eran largas, blancas o rojas, y siempre dulces. El tipo grueso y rojo apareció en algún momento antes del siglo XVI, cuando algunos artistas la representaron en sus ilustraciones.
Está dotada de una piel fina que recubre una pulpa densa y muy suculenta. El color de esta fina piel es variable, desde rosáceo a violáceo, y de anaranjado a rojizo y marrón. La pulpa suele de de color rojo oscuro y puede presentar en ocasiones círculos concéntricos de color blanco.
Esto se debe a la gran cantidad de azúcares que acumula, lo que hace que su sabor sea notablemente dulce, aunque acompañado de un matiz terroso.
Francia e Italia son los dos grandes productores de remolacha de mesa. En España, durante el invierno se produce en las regiones del norte, centro y el Levante, mientras que en primavera y verano su producción se centra en la zona de Andalucía.

Propiedades de la remolacha

Es una excelente fuente de ácido fólico, así como de vitamina C y potasio. Concretamente 100 g cubren la tercera parte de las necesidades diarias de ácido fólico de un adulto, la sexta de las de vitamina C y el 8% de las de potasio y magnesio.
También contiene una cantidad apreciable de fósforo y apenas aporta calorías (41 por 100 g). Otros nutrientes que se encuentran en cantidades no desdeñables son las vitaminas B1, B2, B3 y B6, y los minerales hierro y yodo.
Todos los nutrientes, especialmente el hierro, se asimilan mejor cuando la remolacha se toma en forma de jugo. 

Beneficios de la remolacha

Muchas enfermedades pueden beneficiarse del consumo de remolacha, sin embargo, se ha de insistir en que la remolacha no cura nada por sí misma, sino que ayuda a la prevención como un alimento saludable en la dieta.

Potente anticancerígeno

La betanina es el pigmento rojo que da color a la remolacha y se trata de un flavonoide con potente agente anticancerígeno. 
Se ha demostrado que la ingestión de esta planta inhibe la aparición o el crecimiento de tumores cancerígenos, tal como constató el doctor húngaro Alexander Frerenegi en sus experimentos llevados a cabo en animales y personas.

Controla la tensión arterial

La ingestión de zumo de remolacha reduce la presión arterial gracias a que aumenta la concentración en la sangre de óxido nítrico que dilata los vasos sanguíneos.
Otras indicaciones de la remolacha son:
· Asma: se ha visto que las personas asmáticas se benefician de una dieta rica en vitamina C, en la que es rica la remolacha. Para que esta tenga una mayor efectividad preventiva se debe consumir en crudo, bien rallada en las ensaladas, o bien haciendo un saludable jugo.
· Aterosclerosis: las dietas ricas en fibra, como la que contiene la remolacha, ayudan a reducir la absorción del colesterol.
· Atletas: al ser rica en carbohidratos de acción lenta (8,5%) proporciona energía constante.
· Cáncer: en la remolacha se ha encontrado una sustancia con potencial acción preventiva del cáncer, que se denomina biochanina A y que se consigue tomando un jugo de raíces y hojas de esta hortaliza.
· Cataratas: el betacaroteno que contiene parece ser que previene la aparición de esta afección.
· Degeneración macular: la remolacha es rica en antioxidantes capaces de mejorar el estado de la retina.
· Fragilidad venosa: protege los vasos sanguíneos y el corazón.
El consumo habitual no representa ningún riesgo, excepto para las personas con tendencia a formar piedras de oxalatos en el riñón, porque la remolacha es rica en ácido oxálico. 

La remolacha en la cocina

De esta planta se pueden utilizar tanto la raíz como sus hojas verdes, que resultan excelentes, ya sea crudas, escaldadas o cocidas al vapor, como si se tratase de espinacas. Para esto es importante escoger los ejemplares más verdes y tiernos.
La remolacha sola, tomada tal cual, tiene un sabor demasiado fuerte, y por ello en general se consume acompañando ensaladas, ensaladillas, rallada o cocida.
En jugo también se puede tomar pero es mejor combinarlo con frutas o verduras de sabor más suave.
Si la tomamos cocida es mejor hervirla entera y luego pelarla y trocearla. De esta manera conserva mucho mejor sus pigmentos y algo que es muy importante, su aroma.
Las remolachas envasadas que se encuentran en el supermercado no son mal alimento si no tienen conservantes, si bien el hecho de la cocción (en casa o de tipo industrial) reduce algo sus cualidades nutricionales al neutralizar buena parte de su vitamina C. Sin embargo, sigue conservando todos sus minerales, ácido fólico, pigmentos y flavonoides que le dan esta gran capacidad preventiva.

Compra y conservación

Hay que elegir manojos con hojas y tallos intactos y cuyos bulbos sean de tamaño similar, a ser posible pequeño, para que se cocinen uniformemente. Se preferirán las raíces pequeñas.
Para guardarlas es mejor conservarlas en el frigorífico, envueltas en una bolsa de plástico. No se recomienda congelar la remolacha porque se reblandece.
Cura nutricional
Si se decide hacer una cura nutricional, se recomienda el consumo de una remolacha mediana cada día en cualquiera de sus presentaciones (cocida, cruda o su jugo), si bien la remolacha cruda es la que ofrece una mayor riqueza nutricional.

Tiñe la orina

Ten en cuenta que los pigmentos de la remolacha tiñen la orina y las heces de color rojo, así que no te asustes, pues se trata de algo inocuo y pasajero.
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Anemia, 10 alimentos beneficiosos

Además de consumir alimentos ricos en hierro, la dieta para combatir la anemia debe incluir vitamina C, ya que esta ayuda a la asimilación del primero.

La anemia es una de las afecciones de salud más relacionadas con la alimentación. En muchos casos es ocasionada por una ingesta alimentaria deficiente. No obstante, así como una mala alimentación puede favorecer su aparición, también puede usarse la dieta contra la anemia.
En este artículo te contaremos algunos detalles que debes conocer de la anemia, así como las pautas para combatirla.

¿Qué es la anemia?



La anemia es un padecimiento o síndrome que se presenta por la disminución del tamaño o de la cantidad de los glóbulos rojos de la sangre. De igual modo,puede caracterizarse por un bajo nivel de hemoglobinas. En general, la anemia se presenta como consecuencia de una alimentación deficiente en la que existe una carencia significativa de micronutrientes como el hierro, el ácido fólico y la vitamina B12.

Tipos de anemia



La anemia más frecuente es la que se relaciona con la falta de hierro. Esto puede producirse por no ingerir alimentos ricos en este mineral, pero también puede deberse a un mal funcionamiento intestinal, que impide la absorción de los nutrientes. De igual manera, influye la excesiva pérdida de sangre ocasionada por hemorragias, cirugías o la menstruación.
La carencia de hierro impide la reproducción normal de los glóbulos rojos. De allí que nuestro organismo genere menos glóbulos rojos de los que necesitamos, sin contar con que los pocos que sí se producen son muy pequeños y con muy bajos valores de hemoglobina.
Por otra parte, la anemia producida por falta de ácido fólico o de vitamina B12 se caracteriza por la generación orgánica de glóbulos rojos que son grandes pero muy frágiles.

Síntomas


Los principales síntomas que presenta una persona con anemia son los siguientes:
  • Fatiga
  • Sensación constante e intensa de frío
  • Palpitaciones
  • Cefaleas (dolores de cabeza)
  • Palidez
Generalmente, el síntoma más perceptible es la palidez, pero también se evidencia una notable pérdida de la fuerza y un estado anímico debilitado.

Dieta contra la anemia

Ya que la anemia se produce por la carencia o a la falta absoluta de ciertos micronutrientes, el consumo de alimentos con dichas vitaminas y minerales puede ayudarnos a superarla.
Lo primero que tienes que saber son las cantidades correctas que necesita tu cuerpo a diario. Una persona sana, salvo casos excepcionales como el embarazo, requiere lo siguiente:
  • Hierro: de 20 1 25 mg
  • Ácido fólico: entre 180 y 200 mcg
  • Vitamina B12: 2 mcg
De inmediato, te presentaremos los alimentos más beneficiosos para evitar y para combatir la anemia.


1. Alfalfa germinada

Los brotes de alfalfa pueden aportarte hasta 1 mg de hierro por cada 100 gramos que consumas. Además, también contienen vitamina C, lo cual te beneficia en tu dieta contra la anemia, ya que esta vitamina ayuda a mejorar la absorción del hierro.

2. Avena

Por cada 100 gramos de avena que ingieres estás dándole a tu organismo alrededor de 5 mg de hierro. Así, una taza de avena te aporta cerca del 50 % de los requerimientos de hierro diarios.

3. Carne roja

La carne roja también contiene hierro. Por cada 100 gramos de carne obtienes 3 mg de hierro. Eso sí, procura que la carne que comas no tenga altos contenidos de grasa.

4. Higos secos

Otro aliado de tu dieta contra la anemia es el higo seco, pues contiene 2,23 mg de hierro por cada 100 gramos. El higo fresco también te aporta hierro, pero en menor cantidad: 0,37 mg por cada 100 gramos.

5. Kiwi



El kiwi tiene un elevado contenido de vitamina C: un total de 98 mg por cada 100 gramos. Aunque no te aporte hierro propiamente, al ofrecerte vitamina C tu organismo podrá absorber mejor el mineral proveniente de otras fuentes.

6. Lentejas

Las lentejas cuentan con 9 mg de hierro por cada 100 gramos que consumas. Además de eso, te aporta otros nutrientes importantes como los folatos y el cobre.

7. Levadura de cerveza

La levadura de cerveza es multivitamínica, pues contiene una gran variedad y cantidad de minerales, oligoelementos y proteínas. Además nos proporciona  todas las vitaminas del complejo B.

8. Miso

El miso es un condimento a base de soja, cereales y sal marina que puede encontrarse en una gran variedad. Todas las formas del miso aportan hierro, pero el más beneficioso de todos es el hatcho, que contiene un total de 7,1 mg por cada 100 gramos.

9. Pistachos

Los pistachos son una excelente opción a incluir en tu dieta contra la anemia, ya que cuentan con 6,68 mg de hierro por cada 100 gramos.
Así mismo, te aporta 1,2 mg de cobre por cada 100 gramos. La importancia de la combinación de ambos nutrientes radica en que tienen un efecto favorable para combatir la anemia.

10. Remolacha

La remolacha te ofrece 1, 80 mg de hierro al comer 100 gramos. Aunado a ello, te aporta vitamina C y folatos.
Todos esos nutrientes combinados crean una especie de barrera que te protege de la anemia. En cualquier caso, recuerda que debes acudir con un profesional que lleve todo el control durante tu proceso de recuperación.
El especialista te indicará cuáles son los alimentos que debes ingerir, de acuerdo con las condiciones de tu cuerpo. La dieta contra la anemia debe realizarse de forma controlada.

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