viernes, 13 de marzo de 2015

8 consejos para tener una mejor postura



Más allá de hacernos lucir mal y causarnos dolores de espalda o de cabeza, una mala postura puede acarrear problemas más crónicos y duraderos como, por ejemplo, fatiga crónica, hernias discales y mala alineación corporal. Existen muchas causas de la mala postura pero, por suerte, todas tienen solución siempre y cuando se les preste la suficiente atención: el sobrepeso, el poco tono muscular o la posición incorrecta al estar sentados durante mucho tiempo o caminar, pueden ser solucionados si tenemos voluntad para ello.
Una postura estética estable es aquella que mantiene el cuerpo alineado y estable con el menor gasto de energía posible. Para conseguirlo es muy importante lograr que la columna vertebral se mantenga  sin ninguna desviación lateral y que no se encorve ni en su parte superior provocando eso que todos conocemos como “joroba”, ni en su parte inferior “sacando cola”.
Muchas de las actividades de hoy en día nos han llevado a adaptar una mala postura que, con el tiempo, nos puede causar muchas dolencias. El estilo de vida sedentario, el uso prolongado de dispositivos electrónicos o la mala posición al acostarse, entre otros, nos puede hacer tener una mala postura sin que seamos consciente de ello. Por suerte, hay algunos consejos que nos pueden ser de mucha ayuda para empezar a mejorar la postura ahora mismo. Si bien los cambios se notan con el tiempo, es uno de los mejores bienes que le puedes ofrecer a tu cuerpo.

Mirarse en el espejo

Resulta muy útil ponerse de pie frente a un espejo de cuerpo entero mientras se corrige la postura. Si ya estás preparado, ten en cuenta que debes distribuir el peso de manera uniforme en ambos pies, echando los hombros hacia atrás de modo que permanezcan nivelados. Sabrás que has adoptado la postura correcta cuando traces una línea imaginaria recta que pase por la parte de atrás de la oreja, por el hombro, por detrás de la cadera y la rodilla y por el tobillo.

Apoyarse contra la pared

Dolor de espalda
Otra forma sencilla de adoptar una postura correcta es apoyando la espalda y los glúteos contra la pared. Para saber si tienes una buena postura, simplemente tienes que deslizar la mano entre la cadera y la pared. Si la mano no entra o está apretada, esto indica que tu postura está demasiado hacia la derecha. Si por el contrario hay mucho espacio, te indica que tiene problemas de postura.

Al sentarse

Verifica que la espalda esté recta, los hombros hacia atrás y abajo, y las plantas de los pies apoyadas en el sueño. Recuerda que no es bueno cruzar las piernas durante mucho tiempo, ya que esto puede obstruir la circulación y causar piernas hinchadas o venas varices.

Cuando estés de pie

El pecho debe estar hacia arriba y el abdomen activado, pues los músculos abdominales son los que nos ayudan a mantenernos estabilizados. El peso del cuerpo debe estar repartido entre las dos piernas y las rodillas deben estar un poco flexionadas.

Al caminar

Caminar
La cabeza debe mantenerse levantada y el cuello erguido. Se debe evitar mirar mucho tiempo al suelo, ya que esto puede causar dolor cervical. Asegúrate de pisar primero con el talón del pie para luego pasar a la punta.

Al dormir

La mejor postura para dormir bien es de lado y con las piernas ligeramente recogidas. Esta posición ayuda a mantener la columna alineada de la forma más correcta y facilita la respiración evitando los molestos ronquidos.

Sentarse en el borde de una silla

Espalda
Para mantener una postura perfecta, especialmente cuando se asiste a una entrevista de trabajo, muchos expertos recomiendan sentarse en el borde de la silla para que la espalda se mantenga derecha y no pueda reclinarse relajadamente con el espaldar de la silla. Para mantener el equilibrio con esta buena postura se debe meter un pie bajo la silla y extender el otro al frente.

Hacer ejercicio

Los ejercicios son clave para estirar los músculos y mantenerlos en un óptimo estado, lo que es importante para mantener una buena postura. Se recomienda caminar, correr, nadar o hacer ejercicios de estiramiento, entre otros, siempre cuidando la postura. Así mismo, es muy importante que las personas que permanecen mucho tiempo sentadas se tomen un descanso para estirar sus músculos y verificar la buena postura. Lo mismo debe hacer aquellas personas que tienen que permanecer mucho tiempo paradas.
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jueves, 12 de marzo de 2015

Masaje relajante de pies

LAS AFIRMACIONES...


Una afirmación es cualquier cosa que digas o pienses. Mucho de lo que decimos y pensamos es bastante negativo y no nos crea buenas experiencias. Si deseas sanar tu vida, tienes que reeducar tus pensamientos y hablar de forma positiva. Las Afirmaciones abren puertas, pues son puntos de partida en el camino hacia el cambio.
En esencia, le estás diciendo a tu subconsciente: Me hago responsable de mi vida. Sé que puedo hacer algo para cambiar. Cuando hablo de hacer afirmaciones, me refiero a elegir palabras que te ayudan a eliminar algo de tu vida o a crear algo nuevo en ella.
Cada pensamiento que tienes y cada palabra que pronuncias son una afirmación. Todas las conversaciones que mantienes contigo mismo, tu diálogo interior, son un torrente de afirmaciones. Estás utilizando afirmaciones en todo momento tanto si eres consciente de ello como si no. Con cada palabra y cada pensamiento estás afirmando y creando las experiencias de tu vida. Tus creencias no son más que patrones mentales que aprendiste de niño.
Muchas de ellas son muy útiles. Pero otras son limitadoras a la hora de crear las cosas que quieres. Puede haber una gran diferencia entre lo que quieres y lo que crees merecerte. Debes prestar atención a tus pensamientos para poder eliminar los que crean experiencias que no quieres en tu vida. Ten en cuenta que cualquier queja es una afirmación de algo que piensas que no quieres en tu vida.
Cada vez que te enfadas, estás afirmando que deseas más ira en tu vida. Cada vez que te sientes como una víctima, estás afirmando que quieres seguir sintiéndote una víctima. Cada vez que crees que la Vida no te da lo que deseas, ten por seguro que la Vida no te concederá las cosas buenas que concede a otros hasta que cambies tu forma de pensar y de hablar. No eres una mala persona por pensar como piensas, lo que ocurre es que nunca te han enseñado a pensar y a hablar.
Actualmente, hay muchas personas en el mundo que están empezando a aprender que son los pensamientos los que crean nuestras experiencias, tus padres probablemente no lo sabían y por eso no te lo pudieron enseñar. Te enseñaron a ver la vida como sus padres les enseñaron a ellos, nadie tiene la culpa. Sin embargo, ha llegado el momento de despertar y empezar a crear tu vida de un modo que te satisfaga y ayude. Tú puedes hacerlo. Yo puedo hacerlo. Todos podemos hacerlo, sólo tenemos que aprender a realizarlo.
Algunas personas dicen que las «afirmaciones no funcionan» (lo cual es una afirmación en sí mismo), cuando en realidad lo que quieren decir es que no saben utilizarlas correctamente. Puede que digan: Mi prosperidad está aumentando, pero en el fondo piensan: ¡Qué estupidez, sé que no funcionará! ¿Qué afirmación crees que ganará? La negativa, por supuesto, porque forma parte de una manera de ver la vida muy arraigada.
A veces repiten sus afirmaciones sólo una vez al día y se pasan el resto del tiempo quejándose. Si actúan de este modo, las afirmaciones tardarán mucho tiempo en funcionar. Las afirmaciones de las quejas siempre ganan porque abundan más y suelen decirse con mayor vehemencia.
De todos modos, repetir afirmaciones no es más que una parte del proceso. Lo que haces durante el resto del día o de la noche es más importante aún. El secreto para que tus afirmaciones funcionen con rapidez y de manera sistemática es crear un ambiente en el que puedan crecer. Las afirmaciones son como las semillas que sembramos en la tierra.
Si la tierra es pobre, no crecerán bien; en cambio, si la tierra es fértil, se desarrollarán generosamente. Cuanto más elijas tener pensamientos que te hagan sentir bien, con mayor rapidez funcionarán las afirmaciones; de modo que ten pensamientos felices, es así de sencillo. Y es factible.
La forma en que eliges pensar en este preciso instante no es más que una elección. Puede que no te des cuenta, porque has estado pensando así durante mucho tiempo, pero eres tú el que lo eliges; ahora… hoy… en este momento… puedes elegir cambiar tu forma de pensar. Tu vida no cambiará de la noche a la mañana, pero si eres constante y eliges a diario tener pensamientos que te hagan sentir bien, producirás sin duda cambios positivos en todos los aspectos de tu vida.
La creación de afirmaciones
Repetir afirmaciones es elegir conscientemente tener ciertos pensamientos que generarán resultados positivos en el futuro. Crean un punto focal que te ayuda a cambiar tu forma de pensar. Las afirmaciones positivas van más allá de la realidad del presente y crean el futuro a través de las palabras que utilizas en el ahora.
Cuando eliges decir: “Mi vida está llena de prosperidad” aunque tengas muy poco dinero en el banco, en ese momento, estás sembrando las semillas para gozar de prosperidad en el futuro. Cada vez que repites esta afirmación, estás fortaleciendo las semillas que has sembrado en la atmósfera de tu mente. Por eso quieres que sea una atmósfera feliz. Las cosas crecen mucho más deprisa en un suelo fértil y rico.
Es importante que repitas siempre tus afirmaciones en tiempo presente. Por ejemplo, las afirmaciones típicas empiezan de este modo: Tengo…, o Soy…. Si dices: Tendré…, o Voy a…, tu pensamiento se proyecta al futuro. El Universo se toma tus pensamientos y palabras de forma muy literal y siempre te da lo que dices que quieres. Es otra de las razones para mantener una actitud mental feliz. Resulta más fácil pensar en afirmaciones positivas cuando te sientes bien.
Ten presente que cada pensamiento cuenta, así que no malgastes tus valiosos pensamientos. Cada pensamiento positivo aporta bien a tu vida. Cada pensamiento negativo aleja el bien de tu vida, lo pone fuera de tu alcance. ¿Cuántas veces te ha pasado que has estado a punto de conseguir algo bueno y de pronto te lo han arrebatado en el último instante? Si pudieras recordar cuál era tu atmósfera mental en esos momentos, tendrías la respuesta.
Demasiados pensamientos negativos crean una barrera contra las afirmaciones positivas. Si dices: “No quiero volver a estar enfermo”, no es una afirmación para gozar de buena salud. Tienes que afirmar claramente lo que quieres, como cuando dices: “Acepto tener una salud perfecta ahora”. “Odio este coche” no te traerá un maravilloso coche nuevo porque no eres claro.
Aunque consigas un coche nuevo, al poco tiempo seguramente lo odiarás porque eso es lo que has estado afirmando. Si quieres un coche nuevo, di algo como: “Tengo un maravilloso coche nuevo que satisface todas mis necesidades”.
Posiblemente oirás decir a algunas personas: “la vida es una porquería” (lo cual es una afirmación terrible). ¿Te imaginas qué clase de experiencias atraerá a tu vida esta afirmación? por supuesto, no es la vida lo que es una basura, sino tu pensamiento. Ese pensamiento hará que te sientas fatal, y cuando te sientes fatal, nada bueno puede pasarte. No pierdas el tiempo discutiendo a causa de tus limitaciones: relaciones insatisfactorias, problemas, enfermedades, dificultades económicas y demás.
Cuanto más hables del problema, más anclado te quedarás en él. No culpes a los demás por lo que aparentemente no funciona en tu vida, es otra manera de perder el tiempo. Recuerda que estás bajo las leyes de tu conciencia y pensamientos, y que con tu forma de pensar atraes unas determinadas experiencias.
Louise L. Hay
Tomado de su libro: Tu Felicidad Empieza Ahora

Cómo empezar bien el día con 7 sencillos consejos: ¡Ponlos en práctica!


Empezar bien el día no siempre es fácil. Nos levantamos con prisa y tenemos que hacer decenas de cosas antes de salir de casa: preparar desayunos, arreglar a los niños si los tienes, dejarlo todo en orden y salir por último a la calle, con el mejor aspecto posible. ¡Todo eso en poco más de media hora!
Empezar nuestras mañanas con prisas no es saludable. Los expertos nos dicen que lograremos terminar bien un día según la actitud con la que lo empecemos, así que ¿y si ponemos en práctica estos sencillos consejos? No requieren grandes esfuerzos, y te darás cuenta de cómo mediante cambios muy pequeños, consigues grandes cosas.
1. Despiértate una hora antes
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Está bien, lo admitimos. Madrugar no es nada fácil, pero te aseguramos que vale la pena. Te permitirá disponer de más tiempo e ir con más tranquilidad, y todo ello se traduce en mejor calidad de vida. Así pues, no dudes en adelantar tu despertador entre 40 minutos y una hora.

2. Despiértate con una ilusión y un proyecto

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Son muchas las veces en las que, nada más abrir los ojos, lo primero que nos viene a la mente son los problemas y las preocupaciones. Si focalizamos nuestro pensamiento en esas dimensiones saldremos de la cama con desánimo y muy pocas ganas. Un cambio de actitud siempre nos ayuda a conseguir grandes cosas. Toma nota de lo que debes hacer:
  • La noche anterior, y antes de irte a la cama, ya debes tener planeadas las cosas que vas  a hacer hoy. Si tienes alguna preocupación, lo más adecuado es haber establecido estrategias de afrontamiento la tarde pasada. De ese modo, acudimos a la cama relajadas sabiendo que tenemos “un plan” y, a su vez, despertaremos por la mañana más relajadas.
  • Al abrir los ojos, tómate 5 minutos de descanso en la cama para pensar. Visualiza qué ilusión tienes ese día: acabar del trabajo e ir a dar un paseo, quedar con una amiga, ir a nadar, comprarte un libro, un vestido, ir un rato a la playa o salir a cenar con tu pareja. Ponte una ilusión y un objetivo para ese día y verás cómo las horas pasan más rápido.

3. Agua tibia con limón

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Es un modo perfecto de empezar bien el día. Nada más levantarte y en ayunas bebe un vaso de agua tibia con el jugo de un limón, para después, esperar media hora antes de iniciar tu desayuno. De este modo, lograrás depurar el organismo, eliminar toxinas, fortalecer el hígado y obtener una buena dosis de vitaminas y minerales. Un remedio saludable que siempre te recomendamos en nuestro espacio.
4. Un paseo de 20 minutos
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Hay quien hace yoga, otros practican la meditación, pero si hay algo que cuidará por igual de tu mente y de tu cuerpo es salir a dar una pequeña caminata de 20 o 30 minutos. Ponte un buen calzado, respira hondo y libera tu cabeza de todo tipo de preocupaciones. Tienes un gran día por delante y tu corazón va a ponerse en funcionamiento con ese saludable paseo.
Nota la fuerza en tus piernas y siente el ritmo de tu respiración, mira a tu alrededor y procura relajarte. No importa si el cielo está soleado o si ha amanecido con nubes: empezar bien el día es tan sencillo como quererte un poco más. Y un paseo de 20 minutos es un regalo a tu salud. Cuando vuelvas a casa, date un buen baño, que termine con un chorro de agua fresca en tus piernas.

5. Un desayuno adecuado

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Te has levantado una hora antes, has salido a andar y te has dado una buena ducha. ¿Qué toca ahora? Es el momento de desayunar con tranquilidad y sin prisas, disfrutando de cada bocado y de cada instante de esas primeras horas del día. Tu desayuno debe incluir algo de proteína, algo de fibra y vitaminas.
¿Quieres dos sencillos ejemplos? Toma nota:
Opción 1
  • Una tortilla con espinacas.
  • Un tazón con yogur griego, pasas y uvas.
  • Un té verde.
Opción 2
  • Bebida de almendras.
  • Pan de centeno tostado untado con tomate y aceite de oliva.
  • Una manzana verde.

6. Buena música

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Ahora es el momento de vestirte, arreglarte y de hacer esas tareas cotidianas que debes dejar listas antes de salir de casa. ¿Qué tal si lo acompañamos de un poco de música? La que más te guste, la que más anime tu corazón y que ponga energía a tus ánimos. Una buena canción o una buena melodía es esa banda sonora que alegra nuestra vida y que nos ayuda a empezar bien el día. Así que, ¡disfrútala!

7. Una buena actitud antes de salir de casa

pensamiento positivo
Ya estás lista. Estás a punto de cerrar la puerta de tu casa y no volverás a ella hasta dentro de unas horas. ¿Qué tal si dejamos escapar un largo suspiro, sonreímos y volvemos a pensar en esa ilusión y en ese objetivo para tu día? Salir de casa con una actitud positiva te va a ayudar a afrontar muchos de esos baches cotidianos, de esos problemas que todos tenemos y que siempre pueden superarse si disponemos fuerza y motivación.
Nada va a poder contigo. Hoy vas a ser feliz porque vas a empezar bien el día y porque te mereces lo mejor. ¿Alguien lo duda?
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martes, 10 de marzo de 2015

El curioso origen de los “atrapasueños”


¿Tienes algún atrapasueños en la cabecera de tu cama? ¿En la entrada de tu casa o en alguna ventana? Nos encanta verlos suspendidos a nuestro alrededor. Según dice la leyenda, nos permiten filtrar nuestro mundo onírico. Canalizan las emociones positivas para contener todo lo negativo, es decir, todas las pesadillas que tenemos durante la noche.
Una creencia popular sostenida en un interesante mito que te invitamos hoy a conocer con nosotros.
El pueblo de los ojibwa y los atrapasueños
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Los atrapasueños o “cazadores de sueños” tienen su origen en un pueblo nativo americano que, a lo largo de la década de los 60, empezó a popularizar estos objetos  confeccionados a mano para venderlos a los turistas en sus reservas. Bonitos tributos artesanales que formaban parte de su cultura y su tradición.
Los ojibwa son originarios de América del Norte, y es común encontrar asentamientos en la zona de Ontario, Wisconsin y Minnesota. Para elaborarlos, utilizaban fibras de ortiga anudadas a una especie de argolla circular o en forma de lágrima, donde confeccionaban una especie de red a modo de tela de araña. Utilizaban también madera de sauce y, por lo general, los atrapasueños tenían un diámetro no muy grande, de unos 10 centímetros.
Los comercializaban bajo la idea de que, gracias ellos, las personas podían evitar las pesadillas y alejar las malas energías y los espíritus malvados. Como curiosidad te diremos que fueron muchas las tribus nativas que criticaron a los ojibwa por vender aquellos objetos. Decían que, al hacerlo, se perdía el auténtico valor místico y espiritual de los atrapasueños, puesto que los turistas los adquirían únicamente por motivos estéticos.
A pesar de las críticas, a lo largo de los años 60 los atrapasueños fueron uno de los objetos más vendidos de América, llegando de forma masiva a todo el mundo.

La finalidad de los atrapasueños

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Los atrapasueños deben colgarse en las cabeceras de las camas o sobre las cunas de los niños. Su finalidad es la de desvanecer las pesadillas o esas visiones malignas que las personas podemos tener de vez en cuando. Para el pueblo de los ojibwa, estos objetos funcionaban de la forma siguiente:

  • Los atrapasueños filtran nuestro descanso nocturno. Así, mientras dormimos, las pesadillas o las malas sensaciones quedan atrapadas en ese tejido de araña central. Mientras, los buenos sueños y las sensaciones positivas bajan por las plumas inferiores, para discurrir poco a poco hasta nosotros. Cuando llega el amanecer, las luces tibias del sol hacen que las pesadillas se desvanezcan y desaparezcan para siempre de nuestro atrapasueños. Bonito, ¿no es así?
Además, esta tradición de los atrapasueños se basaba, para los ojibwa, en una bonita leyenda. Su figura central era una bella mujer llamada Asibikaashi. También se la conoce como la “mujer araña” y, lejos de tener una connotación negativa o inquietante, lo que hacía esta buena dama era cuidar de toda criatura de nuestro mundo.
Se inclinaba en la cuna o en la cama de los niños pequeños para tejer una red invisible, un tejido fino y delicado capaz de alcanzar cualquier pesadilla y hacerla desaparecer. Nada malo puede ocurrirle a esa criatura si Asibikaashi está con ella. Todo lo negativo queda adherido a sus redes, justo hasta el amanecer, cuando el brillo de la mañana renueva todo lo bueno, y desvanece después lo malo. Precioso, no hay duda.
Ahora bien, hemos de añadir, además, que existe una segunda versión sobre el funcionamiento de los atrapasueños. El pueblo de los lakota, por su parte, dispone de otra explicación que seguro te interesa conocer:
  • Las pesadillas y energías negativas pasan a través de la red hasta desaparecer, mientras que los buenos sueños quedan atrapados en el centro para, después, deslizarse suavemente por las plumas hacia abajo para llegar hasta nosotros y envolvernos con un descanso plácido y reconfortante. Lo malo se va y lo bueno se atrapa.
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Y ahora dinos, ¿tienes tú también un atrapasueños en casa? Son, sin duda, una bonita tradición. No podemos asegurar si verdaderamente alejan o no las malas energías pero, sea como sea, siempre es agradable tenerlos junto a nosotros. Vale la pena tener en cuenta el origen de su tradición y su historia, un modo también de hacer nuestro pequeño homenaje a estas tribus norteamericanas, cuyos legados podemos seguir manteniendo vivos. No importan los colores que tengan ni sus formas: siempre será agradable tenerlos cerca.
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