Nadie espera morir por culpa del calor, pues parece que esas cosas
siempre les ocurren a otros. Sin embargo, incluso las personas jóvenes y sanas
pueden morir a causa de las altas temperaturas y la deshidratación. Y además,
muchos fallecimientos debidos al calor quedan ocultos porque el calor no es la
causa directa, sino la causa indirecta que produce una sobremortalidad por el
agravamiento de enfermedades previas (sobre todo cardiovasculares y
respiratorias), al descompensar un estado de salud más frágil.
Por eso,
con los termómetros en máximas anuales en plena ola de calor, vale la pena
recordar qué se debe y qué no se debe hacer. Como tendrá claras las medidas más
elementales y de sentido común, sólo voy a darle algunos consejos que quizá
tenga menos presentes:
- Beba con frecuencia, incluso aunque no tenga sed. Y si siempre debe evitar
los refrescos y las bebidas azucaradas, ahora con más razón. Los refrescos (con
altas concentraciones de azúcar y cafeína) hacen que en realidad pierda líquidos
corporales (aparte de tener otras consecuencias negativas para su salud).
- Aunque con calor no hay nada que parezca más apetecible que una bebida bien
fría, evite ingerir líquidos excesivamente fríos, pues pueden provocar cólicos.
- Aunque darse un baño (en la piscina, en el mar, etc.) aumente la sensación
de estar fresco, ello no hace que no sea necesario beber. Es más, el riesgo es…
que se le olvide beber.
- Hacer ejercicio es imprescindible para la salud, pero tenga mucho cuidado
con el deporte en momentos de gran calor. Hidrátese abundantemente mientras hace
ejercicio (un litro de agua por hora sería lo óptimo, aunque parezca excesivo).
Y tenga cuidado con las bebidas isotónicas que venden para tomar al hacer
deporte si sigue una dieta baja en sal.
- Consuma alimentos frescos y naturales, con abundancia de frutas y verduras,
que además son ricas en agua. Y haga comidas ligeras.
- Reconozca los primeros signos de una alteración de la salud relacionada con
el calor (mareo, palidez, palpitaciones, sed extrema…) para acudir al médico
rápidamente.
- Tenga especial cuidado si su salud o sus circunstancias le hacen
especialmente vulnerable al calor (mayor de 65 años, sobrepeso, diabético…).
- Algunos medicamentos pueden agravar los efectos de un golpe de calor en el
organismo, por provocar alteraciones en la hidratación o en la función renal.
Tenga cuidado con los efectos del calor si se encuentra bajo medicación. Y,
siempre que sea posible, es mejor evitar los medicamentos antiinflamatorios no
esteroideos (AINE) y, en caso de fiebre, evitar tomar paracetamol. Del mismo
modo, si usted está tomando diuréticos como parte del tratamiento de la
insuficiencia cardíaca o de la hipertensión, debe consultar con su médico por si
fuese necesario reajustar la dosis del fármaco.
Juan-M. Dupuis
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