Ginkgo biloba, calificado como fósil viviente y como la especie de árbol viviente más antigua, ha sobrevivido durante 200millones de años.1
Las hojas y semillas de ginkgo, cuya primera citación como agente
medicinal se remonta a hace casi 5.000 años en la farmacopea tradicional
China, se ha utilizado históricamente para aliviar síntomas de asma y
tos, y para tratar bronquitis e incontinencia.2 Durante los
últimos 20 años, fitoquímicos europeos han descubierto que un extracto
de hoja de ginkgo altamente concentrado puede mejorar drásticamente la
circulación vascular. El Ginkgo ha pasado a ser una planta medicinal
cada vez más conocida por todo el mundo y actualmente es la fitomedicina
más vendida en Europa, donde se prescribe como un tratamiento para
desórdenes vasculares periféricos, en particular para insuficiencia
cerebral, incluyendo demencia general y enfermedad de Alzheimer.1,3
USOS CLÍNICOS DEL GINKGO
Los
estudios clínicos indican el uso del extracto estandarizado de ginkgo
en el tratamiento de mala circulación, impotencia, enfermedad cardíaca,
enfermedad ocular, tinnitus, insuficiencia cerebral crónica, pérdida de
memoria a corto plazo, trauma cerebral, demencia y enfermedades
asociadas con senilidad.1 La principal aplicación clínica del
ginkgo ha sido en el tratamiento de enfermedad vascular periférica como
la insuficiencia cerebral.
Los síntomas en los ancianos que
pueden tenerse en cuenta a la hora de diagnosticar insuficiencia
vascular incluyen: dificultades de concentración y memoria; despistes;
confusión; falta de energía; cansancio; estado depresivo; ansiedad;
mareos; tinnitus; y dolor de cabeza.4 Estos síntomas se han
asociado con una deficiente circulación cerebral y pueden ser las
primeras indicaciones de demencia. Mientras que la pérdida y/o daño de
la sustancia cerebral apenas puede compensarse en pacientes con demencia
severa, existen posibilidades de compensación para afectados por
demencia leve o moderada. Esto podría utilizarse para mejorar la calidad
de vida de los pacientes y/o posponer la pérdida de independencia y la
necesidad de cuidados a tiempo total lo máximo posible.
Los
efectos terapéuticos del ginkgo se atribuyen a un sinergismo de sus
componentes más que a un único componente biológicamente activo.1 Las sustancias más importantes son flavonoides (ginkgo flavon glicósidos) y terpenoides (ginkgólidos y bilobálidos)4.
Prácticamente todas las investigaciones clínicas publicadas sobre
Ginkgo biloba en los últimos 15 años han utilizado un extracto
estandarizado específico desarrollado en Alemania que contiene un 24% de
ginkgo flavon glicósidos y un 6% de terpenoides, denominado EGb 761, a
una dosis de 40mg tres veces al día.4 Sin embargo, algunos
estudios han utilizado una dosis ligeramente mayor de 80mg tres veces al
día. El tratamiento debe ser de 4-6 semanas para poder esperar efectos
positivos.4
GINKGO Y SUS EFECTOS EN EL CEREBRO
Las
funciones cerebrales necesitan grandes cantidades de energía en forma
de un aporte constante de glucosa y oxígeno. En casos de demencia,
debido a la degeneración con pérdida neuronal y deficiente
neurotransmisión, el deterioro de la función intelectual se asocia con
trastornos en el aporte de oxígeno y glucosa.4 La liberación
de radicales libres y la peroxidación lipídica puede darse en estas
circunstancias con consecuencias perjudiciales. Debido a que las células
cerebrales contienen un alto porcentaje de ácidos grasos insaturados en
sus membranas, son extremadamente susceptibles al daño por radicales
libres. La oxidación de ácidos grasos insaturados de las membranas
provoca una disminución de la fluidez de membrana y una disrupción de la
estructura y la función de la membrana.5 Este daño celular puede ser un mecanismo principal del deterioro funcional relacionado con la edad.6,7
La célula cerebral también es altamente susceptible a la hipoxia. De
esta manera, una circulación cerebral disminuida desencadena una
reacción en cadena que altera la función de la membrana y la producción
de energía y que finalmente provoca muerte celular.
Los diferentes
compuestos presentes en el ginkgo pueden tener un papel protector en
diferentes etapas del declive de la función intelectual por medio de
varios mecanismos de acción: actividad vasoreguladora de las arterias,
capilares y venas (incremento del flujo sanguíneo); por antagonismo con
el factor de activación de plaquetaria (PAF); por homeostasis de la
inflamación y del estrés oxidativo; por prevención del daño de la
membrana celular causado por radicales libres; y por modulación de
neurotransmisión.3,4
.Incremento del Flujo Sanguíneo CerebralLa
acción del extracto de ginkgo de promoción del flujo sanguíneo cerebral
ha sido demostrada en varios estudios farmacológicos en animales y
humanos.7-10 Estos estudios han mostrado que los extractos de
ginkgo mejoran la actividad vasoreguladora, disminuyen la viscosidad
sanguínea y son antagonistas del factor de activación plaquetaria (PAF),
mejorando de este modo el flujo sanguíneo. Además, el ginkgo ha
demostrado prevenir alteraciones metabólicas en modelos experimentales
de insuficiente aporte sanguíneo cerebral.10-11 Es capaz de
conseguir esto al estimular la utilización de oxígeno y al incrementar
la captación celular de glucosa, restaurando de este modo la producción
de energía, a la vez que reduce la formación de especies reactivas de
oxígeno.3,9-11
.Propiedades Antioxidantes
El
mecanismo de acción del ginkgo en el sistema nervioso central sólo es
parcialmente conocido, pero los efectos principales parecen estar
relacionados con sus propiedades antioxidantes.6 Los
compuestos del ginkgo actúan en diferentes grados como neutralizadores
de radicales libres, los cuales han sido considerados mediadores de la
excesiva peroxidación lipídica, del declive de la fluidez de membrana y
del daño celular observado en la enfermedad de Alzheimer.6,7
Los efectos farmacológicos del extracto relacionados con sus propiedades
neutralizadoras de radicales libres incluyen inhibición de la
peroxidación lipídica, ayudando a mantener la integridad y permeabilidad
de las membranas celulares,1,3,4,7,11 y protección de las
neuronas cerebrales contra el estrés oxidativo y el daño post-isquémico
inducido por la producción de radicales libres.11,12
.Efectos sobre Tejidos Neuronales
Se
han llevado a cabo numerosos estudios in vitro, principalmente en
ratas, para establecer la función del ginkgo en tejidos neuronales y
para determinar sus acciones sobre varias zonas de receptores.3,7,13
Un tratamiento prolongado con el extracto de ginkgo se correlaciona con
un incremento en la densidad de receptores cerebrales muscarínicos y
serotonérgicos y de receptores de la hormona liberadora de tirotropina.3,8,13
La inhibición de la peroxidación lipídica cerebral podría explicar el
efecto restaurador del ginkgo sobre la disminución de la densidad de
receptores de diferentes sistemas de neurotransmisores asociada a la
edad.13 Además, el extracto ha mostrado incrementar la síntesis de acetilcolina,3,7 incrementar la regeneración de norepinefrina,13 y podría influir sobre las neuronas dopaminérgicas.3
ENSAYOS CLÍNICOS EN HUMANOS
Los
mencionados mecanismos de acción podrían explicar los resultados
positivos de varios ensayos clínicos que indican la efectividad del
ginkgo en el tratamiento de la insuficiencia cerebral. En una revisión
de 40 ensayos clínicos publicados sobre la eficacia clínica general de
los extractos de ginkgo en síntomas relacionados con demencia, se evaluó
la calidad metodológica y se estimó que 8 de los ensayos estaban bien
diseñados.14 Los resultados del análisis indican que el
ginkgo es efectivo en la reducción de síntomas de insuficiencia
cerebral, aunque se necesitan más estudios para una evaluación más
detalladas de la eficacia del ginkgo.
Aunque varios estudios
europeos han presentado resultados positivos con ginkgo (EGb 761) en el
tratamiento de diversos desórdenes neurológicos,8 el primer
estudio clínico llevado a cabo en los Estados Unidos para evaluar la
eficacia y la seguridad de EGb en Alzheimer y en demencia vascular se
presentó recientemente en Journal of the American Medical Association.6
En este estudio multicéntrico, controlado con placebo, a doble ciego y
aleatorizado, los pacientes recibieron 120mg/día de EGb o placebo
durante 1 año. El resultado del estudio indicó que EGb era seguro y
pareció capaz de estabilizar y, en un número sustancial de casos,
mejorar la capacidad cognitiva y el funcionamiento social de los
pacientes con demencia.
Debido a los resultados de los diferentes
estudios llevados a cabo en los últimos 15 años y también debido a su
antigua historia de uso, la seguridad del ginkgo parece bien
establecida.1 No se han observado efectos secundarios serios
en ningún ensayo, sólo se han notificado ligeras alteraciones gástricas
y, muy raramente, dolor de cabeza y mareos.1-4 A pesar de que no se conocen interacciones con drogas,4 el uso de ginkgo podría estar contraindicado en pacientes que tomen agentes anticoagulantes .
HIERBAS COMPLEMENTARIAS
Debido
a que el daño celular causado por los radicales libres se ha implicado
en la etiología del Alzheimer, otras hierbas añadidas al ginkgo que
posean fuertes propiedades antioxidantes podrían también resultar
beneficiosas a la hora de mejorar la función cerebral. Las hojas de
romero (Rosmarinus officinalis) contienen numerosos compuestos
antioxidantes, especialmente carnosol y ácido carnósico, que han
demostrado ser potentes inhibidores de la peroxidación lipídica.5,15 El romero tiene una larga historia de uso como planta estimuladora de memoria, y es conocido como “la hierba del recuerdo.”16
Además, el romero contiene compuestos como el carvacrol y el limoneno
que inhiben la acetilcolinesterasa, una enzima involucrada en la
degradación de acetilcolina. La acetilcolina es un neurotransmisor que
juega un papel central en la cognición y en el racionamiento, y un
déficit de la misma podría tener alguna relación con la pérdida de
memoria asociada con Alzheimer. Como el romero, La salvia (Salvia officinalis) es una hierba que posee potentes propiedades antioxidantes, a la vez que compuestos inhibidores de la acetilcolinesterasa.16
Aunque
el ginkgo es una excelente hierba para mejorar la circulación
periférica general, otras hierbas son útiles para mejorar la circulación
de forma específica en órganos, tejidos sensoriales o glandulares. Por
ejemplo, el espino blanco (Crataegus oxyacantha) mejora el
aporte sanguíneo coronario al dilatar los vasos coronarios y es útil en
las primeras etapas de enfermedad cardíaca, mientras que el mirtilo (Vaccinium myrtillus)
contiene antocianidinas que son potentes antioxidantes que ayudan a
reforzar capilares y mejorar el flujo sanguíneo capilar y venoso. Los
extractos de mirtilo se están utilizando actualmente en el tratamiento
de varios desórdenes oculares, incluyendo cataratas, degeneración
macular y retinopatía diabética. La semilla del castaño de Indias (Aesculus glabra) es una hierba que mejora la circulación hacia las extremidades inferiores y es útil en el tratamiento de venas varicosas.16
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