martes, 2 de enero de 2018

Cómo preparar bechamel con leche de almendras


Gracias a la leche de almendras conseguiremos darle un toque de sabor diferente a la bechamel. Si somos intolerantes a la lactosa es la opción ideal para nuestras recetas

La salsa bechamel, también conocida como besamel o salsa blanca, es una salsa clásica de textura espesa que se elabora a partir de la mezcla de mantequilla, harina y leche.
Su origen se le atribuye a la cocina francesa o italiana, pero se ha hecho popular en todo el mundo por ser un acompañamiento perfecto para platos gratinados que contienen pasta, verduras, carne o pescado.
La receta no ha tenido modificaciones significativas a lo largo de los años, aunque algunos prefieren añadir ciertos ingredientes adicionales para enriquecer su sabor.
De hecho, en la actualidad se puede encontrar envasada, a diferentes precios y marcas, puesto que se ha convertido en la base de muchas preparaciones.
Sin embargo, considerando que algunos son intolerantes a la lactosa, o gustan de las opciones más saludables, hoy queremos proponer una receta donde la elaboramos con leche de almendras.
¡No dejes de probarla!

¿Por qué preparar tu salsa bechamel con leche de almendras?


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La receta de salsa bechamel tradicional se elabora con leche de vaca. No obstante, gracias a la textura y sabor de la leche de almendras, podemos preparar una versión alternativa, apta para intolerantes a la lactosa.
La leche de almendras se ha hecho popular por su alto contenido de nutrientes esenciales que, tras ser asimilados en el organismo, mejoran muchos aspectos de la salud.
  • Es más baja en calorías que la leche entera, no contiene lactosa y, en lugar de esto, aporta cantidades significativas de proteínas de alto valor biológico y fibra dietética.
  • Contiene hidratos de carbono de asimilación fácil, los cuales sirve como “combustible” para las células de todo el cuerpo.
  • Es rica en antioxidantes como la vitamina E, necesaria para reparar los tejidos ante los daños causados por los radicales libres.
  • Aporta cantidades importantes de calcio y magnesio, minerales que, además de fortalecer los huesos, participan en la salud metabólica.
  • Es una fuente de riboflavinas y niacina, importantes para la liberación de energía de las proteínas y la producción de glóbulos rojos.
  • Es suave con la digestión, dado que aporta fibra soluble e insoluble, la cual protege la pared del intestino.

Valores nutricionales de la leche de almendras

Cada porción de 100 gramos de leche de almendras aporta:
  • Hidratos de carbono: 62 g
  • Proteínas: 12 g
  • Grasas: 10,5 g
  • Fibra dietética: 4,5 g
  • Vitaminas: A (210 U.I.), E (15 mg), B2 (152 µg) y B1 (55 µg).
  • Minerales: fósforo (220 mg), calcio (200 mg), potasio (200 mg), sodio (35 mg) y hierro (5 mg).

Receta de bechamel con leche de almendras


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La salsa bechamel se puede preparar con cualquier variedad de leche vegetal. Sin embargo, preferimos utilizar leche de almendras, no solo por sus propiedades nutricionales, sino por su ligero sabor a nuez y textura cremosa.

Ingredientes

  • 1 taza de almendras crudas (140 g)
  • 1 ½ vaso de agua (300 ml)
  • 2 cucharadas de harina (20 g)
  • 1 cucharada de mantequilla (20 g)
  • Nuez moscada (al gusto)
  • Sal (al gusto)

Preparación

  • Pon a remojar las almendras en agua caliente y, cuando ablanden un poco, licúalas con vaso y medio de agua.
  • Tritura bien, hasta obtener una bebida de color blanco, y fíltrala con un colador fino.
  • Vierte la leche resultante en un cazo y caliéntala.
  • Cuando alcance un poco de temperatura, mézclala con la mantequilla y la harina.
  • Reduce el fuego al mínimo, remueve todo con una cucharada de madera y, a continuación, añade nuez moscada y sal al gusto.
  • Si deseas la salsa un poco más espesa, le puedes agregar un poco de la harina de almendras que sobró al colar la leche.
  • Una vez adquiera el espesor deseado, apaga el fuego, déjala reposar unos minutos y, antes de que se enfríe, agrégala a los platos que deseas.

Usos de la salsa bechamel


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El espesor de la salsa bechamel depende del uso que se le desee dar.
  • Si su fin es elaborar croquetas o similares, se aconseja que se solidifique un poco.
  • Si lo que se desea es cubrir canelones, lasañas o verduras en crema, la mezcla debe ser más ligera y fluida.
  • La bechamel se puede emplear para espesar los jugos de cocción de guisos y asados.
  • Permite dar un acabado cremoso a las sopas y cremas como la de champiñones o espárragos.
  • Es ideal para humedecer recetas con pasta y pollo.
¿Te animas a prepararla en casa? Si te quieres salir de lo tradicional, o si sufres de intolerancia a la lactosa, no dudes en probar esta receta con leche de almendras.
¡Te encantará!

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