Mientras que las versiones
caseras no suelen presentar problemas, los alimentos más adictivos
suelen ser aquellos que compramos ya preparados y que incluyen
ingredientes que hacen que necesitemos comer cada vez más
El cerebro selecciona ciertas comidas porque le aportan grasas, azúcares y otros ingredientes que pueden ser nocivos para la salud.
Por ello en este artículo queremos contarte cuáles son los alimentos más adictivos que existen.
¿Por qué los alimentos pueden generar una adicción?
Aquellas comidas que contienen una buena cantidad de grasas y azúcares son más adictivas en comparación con alimentos saludables como pueden ser las frutas y las verduras.
Una
de las explicaciones de por qué el cerebro elige aquello más calórico
es, básicamente, porque satisface el apetito más rápido y por más
tiempo.
Además, estas comidas activan el sistema
de recompensas de la mente de forma tal que las hormonas responden
fijando su atención en ellas y no en otras.
Los alimentos con mayor porcentaje de grasas son más adictivos, incluso con efectos superiores a los de las drogas.
A
diferencia de los productos naturales, los procesados provocan subidas
drásticas en la cantidad de azúcar en sangre y activan ciertas áreas
cerebrales relacionadas a las recompensas y al placer.
Este es uno de los motivos por los cuales al terminar de comer una hamburguesa o un chocolate nos sentimos más felices.
Tenemos la sensación de no poder parar de comer estos alimentos, cuando contamos con la capacidad para decirles que no. ¿Cómo? En primer lugar, dejando de comprarlos.
Si en casa tenemos opciones más saludables, el cuerpo, de a poco, las irá eligiendo.
Por ejemplo, llenar una cesta de frutas y ponerla en la mesa de la cocina nos llevará a elegir este tentempié natural y no un paquete de galletas.
Cuáles son los alimentos más adictivos
Ahora que comprendemos básicamente cómo actúa la comida en nuestro cerebro, vamos a profundizar en los alimentos más adictivos.
La idea es que, una vez reconocidos, podamos ir reduciendo su ingesta o al menos no elegirlos como primera alternativa.
1. Pizza
Sin importar el gusto o variedad, esa combinación de masa con salsa de tomate y queso es altamente adictiva.
Más aún si se le añaden otros ingredientes como aceitunas, palmitos, tomates, champiñones, etc. La pizza tiene muchas grasas saturadas, hidratos de carbono y sodio.
Una porción de esta deliciosa comida rápida nos aporta demasiadas calorías.
Si, además, tenemos en cuenta que está hecha con harina refinada y sal, realmente sabremos por qué se nos hace imposible dejar de comerla.
2. Chocolate
Es
verdad que un trozo de chocolate en las noches de invierno o las tardes
de lluvia puede ser el aliado perfecto. Sin embargo, el problema reside
en la confección de este dulce.
En la mayoría de los casos contiene grasas, azúcar y leche.
En
cambio, los chocolates más puros (con mayor porcentaje de cacao) tienen
beneficios para la salud aunque, por supuesto, menos sabor y menos
adicción.
Esto significa que lo “malo” no es el chocolate sino los productos con los que se combina.
3. Patatas fritas
Acompaña
muchas de nuestras comidas, sobre todo las hamburguesas o los filetes y
también están presentes en los “pica pica”. Abrimos un paquete de
patatas fritas y, sin darnos cuenta, nos lo acabamos en un santiamén.
Cuando
llegamos a casa con mucho apetito nos dirigimos al estante donde
tenemos guardada una bolsa de este adictivo alimento salado.
La grasa y el sodio son los dos ingredientes que nos provocan las ganas de comerlas sin parar.
4. Galletas
Merece
la pena aclarar que las galletas que horneamos en casa quizás no sean
tan adictivas como las que compramos en el mercado, debido a los
ingredientes que ambas incluyen.
En el caso de las manufacturadas en masa y que conseguimos en la tienda, tienen suficiente cantidad de azúcar y grasa como para convertirse en una adicción.
Si elegimos las galletas que tienen
chocolate estaremos duplicando esa necesidad de devorarnos un paquete
completo mientras miramos una película o leemos un libro.
Además los paquetes son muy llamativos, para que el cerebro fije su atención en ellas y no dudemos en comprarlas.
5. Helado
Es la comida favorita de miles de niños en
el mundo y, por tanto, de los productos más consumidos. Además, ofrece
una combinación de grasa y azúcares que la convierte en una adicción.
Cuando
nos sentimos tristes, tomamos helado. Para festejar, tomamos helado.
Cuando nos reunimos en verano, tomamos helado. Durante las vacaciones,
es el postre por excelencia.
El cerebro relaciona este dulce con una recompensa y con la felicidad y por ello lo elige entre otras opciones.
6. Hamburguesas
Nuevamente nos referimos a las que compramos en un establecimiento de comida rápida, o bien a las que conseguimos en el mercado.
Cuando
comemos una hamburguesa son muchas las zonas del cerebro que se
“despiertan”, sobre todo si, además de la carne y el pan, incluye otros
ingredientes tales como el queso o el jamón.
¡Y ni qué hablar cuando la acompañamos con una gran ración de patatas fritas! Esta ingesta aporta mucha más sal de la necesaria al día, así como también grasas e hidratos de carbono.
¿Las consecuencias?
- Hipertensión
- Colesterol
- Enfermedades cardíacas
Por supuesto, sin olvidar la adicción. Ya no te alcanzará con una sola hamburguesa, sino que querrás comer dos o más.
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