Beneficios de los omega 3

Muchas veces hemos oído hablar de los ácidos grasos omega 3 y sus importantes beneficios para nuestro sistema cardiovascular, pero ¿conocemos realmente qué son? En este post os queremos explicar sus características, sus efectos positivos en nuestra salud, y también, en qué alimentos puedes encontrarlos de forma natural.

Los ácidos grasos omega 3 son ácidos grasos esenciales que se encuentran principalmente en el pescado. Algunos de los peces más ricos en omega 3 son: los arenques, el salmón y la caballa.

Hay dos ácidos grasos omega 3 muy conocidos, el EPA (ácido eicosapentaenoixo) y el DHA (ácido docosahexaenoico).  Estos ácidos grasos contribuyen en el correcto funcionamiento del corazón, también al mantenimiento de la vista y la función cerebral.

A estos ácidos grasos se les llama esenciales por qué no somos capaces de producirlos en nuestro cuerpo, así que tenemos que ingerirlos a través de la dieta para poder obtenerlos. Por esto es tan importante comer una dieta rica en pescado, ya que es la principal fuente de omega 3.

Funciones de los omega 3

Los ácidos grasos EPA y DHA forman parte de todas las membranas celulares del cuerpo, así que son un elemento básico para nuestra salud.

1.  Contribuyen en el funcionamiento normal del corazón
2. Ayudan a mantener una correcta visión
3. Forman parte en el desarrollo cognitivo de los niños y la función cerebral de los adultos.
4. Ayudan a mantener la piel sana y con un aspecto bonito.
5. Favorecen el cuidado cardiovascular ayudando a regular los niveles de colesterol.
6. Incluso se le atribuyen propiedades antidepresivas.

Si tu dieta es baja en pescado, intenta añadir a tu alimentación fuentes de omega 3 para cuidarte por dentro y siempre puedes ayudarte de un remedio natural como el Omega 3 para reducir tu colesterol. Recuerda que la dosis semanal recomendada de pescado es de no más de 2 raciones semanales si se trata de pescados grandes como el salmón o el atún, ya que tomar más de estas raciones podría llevar a una ingesta excesiva de mercurio y otros metales pesados que están presentes en estos pescados. Los pescados azules, más pequeños como las sardinas, anchoas, etc., sin embargo acumulan menos metales, por lo que podemos comerlos con más frecuencia. 

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