Atención a la falta de sodio
Hay que prestar atención a un importante y brusco déficit de sodio en el organismo porque puede degenerar en un cuadro médico que llegue a ser mortal.
Estamos tan acostumbrados a oír por todos lados que hay un exceso de sal en las dietas contemporáneas que casi no nos damos cuenta que la falta de sodio puede ser tan grave que llega a ser letal. Así que atención a la hiponatremia que es el nombre científico de esta patología.
¿Para qué sirve en el sodio en el organismo?
Es un micronutriente del grupo de los minerales que actúa en sinergia con el potasio. Tiene como función regular el nivel de agua celular impidiendo que las células se hinchen demasiado.
Aunque te voy a poner los niveles adecuados diarios, hay que insistir en la palabra "equilibrio" con fuerza. Puede ser que consumas estas cantidades, pero, por razones diversas, que los niveles saludables se alteren en el organismo. Recuerda que los adultos necesitan 2000 mg de sodio a diario.
¿Por qué se produce una falta de sodio?
Las razones pueden ser diversas, de forma puntual (por un choque accidental) o producirse por malos hábitos continuados. Anota, porque todas pueden calificarse como formas de vida no saludables:
- Por el uso continuado de diuréticos para adelgazar o bajar peso. Recordamos que solo una dieta equilibrada te hará que consigas tu meta de meterte en unas cuantas tallas menos. ¡No hagas barbaridades con tu cuerpo!
- La diarrea por cualquier motivo (virus o incluso diuréticos) también te puede llevar a una falta de sodio severa.
- Por quemaduras de gravedad en gran parte del cuerpo, pero, en este caso, desgraciadamente, el accidente será de tal calado que acabarás en el hospital y allí sabrán cómo actuar.
- Enfermedades renales o del hígado, algunas tan graves como la cirrosis.
- Vómitos continuados de cualquier etiología. Por eso, siempre aconsejan reponer con líquidos azucarados y bicarbonatados. ¡Cuidado si estos cuadros se producen en niños de cualquier edad, personas debilitadas por la enfermedad o individuos muy delgados! ¡Consulta siempre con tu médico!
- Sudoración excesiva por practicar deportes sin reponer líquidos y/o a pleno sol. Un golpe de calor acompañado por una falta de sodio puede ser letal.
- Por SIHAD, un síndrome extraño que debe ser diagnosticado por un equipo médico adecuado.
- Por distintas enfermedades cardíacas.
Aunque puede darse un shock, normalmente comienza poco a poco.
Síntomas leves de la falta de sodio
Comenzarás notando lo siguiente:
- Nauseas y/o vómitos sin mediar cuadro vírico.
- Fatiga, confusión y debilidad muscular.
- Dolor de cabeza, mal humor exagerado y falta de apetito.
Si no se pone remedio con medicamentos y siguiendo el consejo médico, la falta de sodio puede desencadenar en un cuadro agudo.
Síntomas graves de la falta de sodio
- Comienza con calambres y espasmos musculares.
- Continúa con convulsiones descontroladas. Aunque el orden puede invertirse.
- Hay que estar pendiente para que no se produzcan desmayos o pérdida de conciencia, ya que podría originar un coma.
- Si tú o alguien de tu entorno, tiene alguno de estos síntomas, hay que acudir rápidamente al hospital para evitar que se produzca un shock cerebral que desequilibre los líquidos neuronales.
Si no actúas con rapidez, se puede producir un cuadro letal.
Poner remedio a un déficit de sodio
- Si la falta de sodio llega con los síntomas de gravedad expuestos arriba, hay que contactar con urgencias sin dilación y seguir escrupulosamente las indicaciones.
- La prevención va unida con la palabra sensatez. Y esta problemática, en un porcentaje muy alto, aparece por hacer barbaridades con nuestro organismo, como salir al monte un día de calor sin agua o correr sin reponer líquidos.
- Tampoco tomes diuréticos (también naturales) sin control.
- Recuerda que hay que tomar alimentos salados con moderación y tienes que mantenerte muy hidratado siempre. Eso sí, sin pasarse. La medida óptima es entre 1 y ½ a 3 litros de líquidos.
Nuestro consejo…
No nos repetimos más y señalamos que la falta de sodio puede generar en patologías de gravedad. Recuerda que este texto es meramente divulgativo y ante cualquier duda, siempre debes consultar con tu médico.
A no ser que tengas una enfermedad de importancia sobrevenida, debemos generar un diálogo sano con nuestro cuerpo.
¡Cuídate!
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