martes, 14 de mayo de 2013

¿QUE IDENTIFICAN NUESTROS SINTOMAS? (1ª Parte)


Las inquietudes que nos surgen cuando nos encontramos mal, son un camino importante para descubrir aspectos de nosotros que se encuentran dormidos, ocultos y  nos generan descontrol y falta de armonía.

   Hemos de prestar atención a nuestros síntomas cuando los tenemos; son verdaderas puertas abiertas a un interior que desconocemos y que nos habla con un lenguaje propio, que muchas veces nos cuesta descifrar.
   Es más fácil calmar el dolor cuando el cuerpo se queja debido a él, pero es más difícil descubrirnos a través de malestares emocionales que de algún modo, son tapados inmediatamente por multitud de mecanismos de control y de defensa, que se ponen en marcha para que vivamos en una aparente tranquilidad, para que no nos disgustemos excesivamente, para que no tengamos miedo, para que no sintamos dolor o molestias. Se ponen en marcha estos mecanismos para conservarnos tranquilos, en reposo y que no pongamos en tela de juicio todo en lo que estamos asentados.
    El primer factor que nubla nuestra visión trascendental, esa que va más allá de lo simplemente anecdótico es el miedo. El miedo adquiere muchos disfraces para que no lo veamos, para que apenas nos percatamos de él, pues de este modo, podemos seguir impasibles ante los acontecimientos, haciendo nuestra labor, nuestro objetivo es sobrevivir.
    La supervivencia, tal cual nos la planteamos hoy día, nos juega malas pasadas, pues nuestra mente que ha de velar porque estemos a salvo, no nos permite darnos cuenta de una realidad sutil que forma parte de nosotros, que forma parte de todos, que está presente en todo. Esa realidad sutil no es facilmente perceptible por una mente limitada que sólo se ocupa de conducirse de un modo mecánico por no decaer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario