miércoles, 22 de junio de 2016

Alimentos buenos para la memoria


Para mejorar nuestra memoria, favorecer su desarrollo y, ante todo, prevenir su deterioro, es conveniente incluir en nuestra dieta alimentos frescos que nos aporten antioxidantes y otros nutrientes protectores
 Hay muchos modos de intentar cuidar la memoria. Y es que, por supuesto, aparte de ejercitarla, no está de más ayudarse de una serie de alimentos que pueden hacer que tu capacidad de retentiva mejore notablemente.
Toma buena nota de cuáles son los que, gracias a sus componentes, se convertirán en tus mejores aliados para mejorar tu memoria, imprescindible sobre todo si estás estudiando.
Si le damos a nuestro cerebro los nutrientes que necesita, además de ayudar a la memoria, podremos prevenir una serie de enfermedades relacionadas con ella como puede ser el alzhéimer.
Sin duda, son muchos los beneficios que podrás encontrar en estos alimentos, vale la pena que los tengas en cuenta.

Brócoli y espinacas para la memoria

El brócoli y las espinacas son dos de los alimentos más recomendados para potenciar la memoria, aunque, en general, la verdura verde es muy recomendable para tal fin.
Está demostrado que son productos que ayudan a la memoria y que, además, son capaces de aumentar la longevidad, gracias a sus aportes de antioxidantes, flavonoides y sulforafanos, que tienen propiedades neuroprotectoras y anticancerígenas.

Pescado azul

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El pescado azul en todas sus formas es otro de los grupos de alimentos recomendados para potenciar la memoria.
Entre este tipo de pescado encontramos las sardinas, el atún, el salmón, la trucha y la caballa.. Es rico en fósforo, una de las sustancias fundamentales para las membranas de las neuronas.
No obstante, las propiedades del pescado azul relacionadas con la memoria van más allá.
Y es que este tipo de alimentos además contiene omega 3, por lo que protege contra el deterioro cognitivo progresivo y es capaz de actuar contra las patologías neurodegenerativas. No olvides tomar pescado azul, al menos, dos veces por semana.

Frutos secos

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Los frutos secos no solo están deliciosos, sino que son uno de los alimentos más completos y con mayores propiedades.
Son ricos en omega 3, fósforo, magnesio, vitamina E y vitaminas del grupo B, uno de los alimentos que más ayudan al sistema cerebrovascular y que no pueden faltar en la dieta diaria.
Gracias a compuestos como los polifenoles, son capaces de retrasar el envejecimiento de las neuronas al actuar contra los radicales libres que puede provocar el estrés.
El fruto seco que mejor puede ayudar a tu memoria es la nuez, pero todos pueden ser buenos para potenciar tu capacidad cognitiva y ayudar al buen funcionamiento del cerebro.

Arándanos y manzanas

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La fruta en general, y la roja en particular, también será una aliada perfecta para tu memoria.
En el caso de los arándanos y las manzanas cabe decir que son productos ricos en vitamina C, ácido fólico, minerales y antioxidantes, que son perfectos para mantener una memoria sana.
Además, gracias a los flavonoides y los polifenoles son productos que se convierten en perfectos antioxidantes, capaces de hacer mejorar las funciones cognitivas y combatir la oxidación celular, retrasando así las enfermedades degenerativas que se puedan desarrollar.

Alimentos integrales

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Los alimentos integrales también son muy recomendables para tu memoria. Y es que este tipo de productos son ricos en ácido fólico y en vitamina B6, por lo que ayudan a que el cerebro se mantenga en perfecto estado.
Además, como aportan fibra, se puede controlar mejor el nivel de azúcar y colesterol en sangre, algo fundamental para medir la salud cerebral.
Lo más recomendable es que este tipo de alimentos supongan un 50% de nuestra dieta diaria. Si mantienes este equilibrio, notarás cómo mejora tu concentración y el rendimiento que ofreces en etapas de esfuerzo mental, además de combatir el estrés mucho mejor.

cafe
El café, siempre y cuando no se tome en exceso, puede ayudar a mejorar la concentración y la memoria. Lo más recomendable es tomar hasta dos tazas de café al día, pero en ningún caso sobrepasar esta cantidad.
Así mismo, tampoco es aconsejable tomar café hasta ocho horas antes de acostarse.
Como ves, son muchos los alimentos que consumes en tu día a día y que pueden ayudarte a mejorar no solo tu memoria, sino también la salud de tu cerebro.
Introduce estos alimentos a tu dieta y notarás como tu capacidad cognitiva mejora poco a poco. Te sentirás mucho mejor.

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martes, 21 de junio de 2016

9 verdades universales sobre las relaciones


Parta que las relaciones funcionen debemos dejar de priorizarnos y pensar en nosotros mismos para empezar a preocuparnos también por la otra persona y sus intereses
Pareja con cabeza de cubo de rubik
 Si bien una relación diádica y de pareja es cosa de dos, lo cierto es que de ciertos deseos o anhelos inherentes al sentir del ser humano podemos extraer conclusiones o verdades universales que a muchos nos tocan de una u otra manera.
Esto es lo que extrajo como conclusión Sherry Amatenstein, una terapeuta y periodista que ha dedicado gran parte de su vida a la atención de conflictos de pareja y de personas solteras que ansiaban una relación.
Ella se dio cuenta de que en ciertas cuestiones hay pocas respuestas que puedan satisfacer a todos.
Concretamente, en un artículo para la revista digital Vox, habla de 9 verdades universales que deberíamos tener en cuenta a la hora de analizar nuestras expectativas en un contexto relacional.
Veamos cuáles son:

1. No podemos esperar que otra persona cure nuestra sensación de soledad

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Muchos de nosotros experimentamos un vacío existencial que traducimos como soledad y aislamiento.
Esta misma desesperación implica miedo, miedo a la oscuridad emocional, a sentirnos solos en el mundo y vivir el resto de nuestras vidas con nuestra sola compañía.
Como consecuencia de esto, acabamos forzándonos a buscar un acompañante vital. Estas prisas nos encaminan a una relación disfuncional, lo que es mucho peor que estar solo.
Lo que sin duda podemos saber de este tipo de relaciones precipitadas es que la pareja se acaba ahogando en la presión de la compañía.
Está claro que ese sentimiento de vacío que tanto nos atormenta está tratando de darnos una información potente sobre nuestra manera de concebir la vida y nuestra existencia.
Si no estamos bien con nosotros mismos, no lo estaremos en compañía.

2. Es un error cambiarnos por completo para que nuestra pareja se sienta bien

Ponerle pruebas a nuestra pareja no tiene razón de ser si nos sentimos seguros de nosotros mismos. Del mismo modo, si alguien nos quiere, debe querernos tal cual somos.
Si cambiamos por complacer al otro, estamos dañando nuestra esencia y, por lo tanto, perderemos nuestra identidad. Solo nos quedará nuestra pareja.

3. Hay muchas personas que subestiman su amor propio

No valoramos nuestra compañía. Maltratamos nuestro ser y vivimos demasiado pendientes de la validación externa.
Si empezamos la casa por el tejado, no tendremos una base sólida que nos permita seguir creciendo en pareja, pues habremos mermado nuestras cualidades personales individuales.

4. Muchas peleas podrían evitarse si controlamos nuestros impulsos

Aprender a controlar nuestros impulsos es esencial para respetar a los demás en los malos momentos.
Por eso el mejor consejo es que, cuando las palabras hirientes comiencen a brotar, hagamos una pausa de unos segundos y pensemos varias veces cómo decir algo sin herirnos.
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5. Las parejas felices evolucionan juntos y por separado

La evolución saludable de la pareja se fundamenta, sin duda, en el progreso individual. Este es el famoso “tiempo para uno mismo”.
Seguir creciendo juntos a partir del cultivo de nuestras inquietudes e intereses personales nos ayuda a desarrollar una dinámica relacional saludable lejos de dependencias y apegos insanos.

6. Si queremos ser felices en pareja debemos cuadrar nuestras expectativas

Uno quiere tener hijos, el otro no; uno quiere casarse, el otro no; uno quiere tener una relación monógama, el otro busca un poliamor, etc. La cantidad de expectativas que cada uno tiene determinará que las piezas del rompecabezas cuadren o no.

7. Todos necesitamos que “nos entiendan”

Todos necesitamos sentirnos escuchados y comprendidos. Es normal que nos sintamos diferentes y por eso es prioritario que hagamos un esfuerzo para congeniar y escuchar a quien tenemos delante.
Por eso es esencial que la pareja respete el derecho de pensar y sentir de modo diferente.
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8. Debemos dar sin esperar nada a cambio

Si solo damos algo de nosotros dependiendo de “lo que hagan los demás” estamos sacrificando la magia de nuestro vínculo. Una relación no puede convertirse en un toma y daca. Los gestos deben ser sinceros y los detalles deben nacer del corazón.

9. La mejor manera de arruinar una relación es insistir en que tenemos razón

Si intentamos ganar siempre es fácil que la relación fracase. Por eso es bueno reconocernos en el error e intentar equilibrar la balanza de la escucha y de la empatía en nuestra relación de pareja (o en cualquier otra).
Como vemos, estas verdades se entrelazan en una misma idea: la comunicación emocional. Esta es esencial a la hora de construir buenas relaciones y dejar a un lado rencores y energías negativas y dañinas.

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lunes, 13 de junio de 2016

Educa a tus hijos con sueños, no con miedos


En la medida de nuestras posibilidades, debemos arropar a nuestros hijos en todas las acciones que emprendan y crear un apego saludable para que el día de mañana sean adultos fuertes y sanos
Educar a nuestros hijos en sueños no significa evitar que tengan los pies en el suelo para ver la vida con objetividad y responsabilidad.
Educar en sueños es infundir ilusiones, es dar estrategias para que se sientan libres y capaces de crear sus propios horizontes.
Toda crianza donde esté presente el miedo supone, en primer lugar, crear improntas donde la inseguridad, la incertidumbre y el temor van a poner grilletes en el corazón y en los pies de ese niño.
El miedo daña, el miedo hiere y nunca será pedagógico.
Si bien es cierto que ninguno de nosotros somos hábiles estrategas en materia de pedagogía o psicología infantil, lo que sí sabemos es que cada niño tiene una necesidad, y que no hay mejor respuesta que aquella que se ofrece desde el corazón, siendo cercano, siendo un guía excepcional que desea invertir en felicidad, nunca en miedo.
Hoy en nuestro espacio te proponemos ahondar en este interesante tema: el valor de educar en “sueños”.

Cuida a tus hijos, son un material muy frágil: están hechos de sueños

El cerebro de un niño es una entidad deseosa de aprender, experimentar, percibir, sentir y soñar. Su neuroplasticidad es sencillamente increíble, y lo seguirá siendo de forma poderosa hasta los 4 o los 5 años.
Todo lo que suceda durante esta primera infancia tendrá, sin duda, una huella perdurable en sus cerebros. Por ello, es vital que a lo largo de este tiempo cuidemos el vínculo, que fomentemos un apego saludable y excepcional donde el niño se sienta amado y seguro.

Es posible que el enunciado te haya llamado la atención: ¿Están los niños hechos de un “material frágil”? En cierto modo sí, por las siguientes razones.
  • El impacto de las primeras experiencias en la vida de un niño pueden determinar su posterior desarrollo.
  • Una criatura que no es atendida cuando llora, por ejemplo, crecerá con un estrés importante.
  • Un bebé que no es acariciado, abrazado y que no siente la piel de su madre, el afecto de su padre o de cualquier otro progenitor que cumpla ese papel, no establecerá tantas conexiones neuronales como ese otro bebé que goza de una atención constante y enriquecedora.
Los niños son más frágiles de lo que pensamos, porque interpretan el mundo de acuerdo a los estímulos que reciben. Por ello, hemos de ser extremadamente cuidadosos y sabios.
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El refuerzo positivo, la ilusión y los sueños

Educar a nuestros hijos requiere tiempo, paciencia y muchas ilusiones por nuestra parte. Ahora bien, algo que suele ocurrir muy a menudo es que nos surgen dudas.
¿Seré una buena madre? ¿Seré un buen padre para mi hijo?
No te obsesiones con esas preguntas. A veces, el progenitor que se guía por su propio instinto es siempre el más acertado.
Porque su intención se guía por el amor, y cuando hay cariño existe una conexión íntima con el niño que nadie más puede comprender.
Descubre las técnicas Montessori para gestionar la ira en los niños
  • Educa sin miedos, sin temores. Lo primero que va a necesitar un niño que ya se abre al mundo, que empieza a caminar, a hablar y a interactuar con su entorno es la seguridad de unas manos que lo atiendan y de una voz que lo guíe dándole ánimos para que explore, descubra, juegue y se divierta.
  • La vida de un niño debe estar unida al juego. Es un modo de transformar su realidad y de ir entendiéndola. Propicia estos instantes y compártelos con él.
  • Haz que sueñe a través de los juguetes, de los libros, de correr en la calle, de ensuciarse las manos con el barro, la tierra y las flores.
  • Cuantas más experiencias y más conversaciones, más sueños. Si ponemos vetos, si llenamos su vida de silencios y de “ahora no que molestas”, “ahora no que no tengo tiempo”, “ahora no, que siempre me vienes con tonterías”
Finalmente ese niño crecerá con miedo y con la sensación de no ser importante.
No debemos hacerlo. El mejor regalo que puedes hacerle a tu hijo se llama “tiempo”.
Madre con su bebé

Intuye y afronta los miedos que pueda tener tu hijo

Hay que tenerlo en cuenta. El mundo de los niños es muy complejo, y aunque cuidemos cada aspecto y cada detalle, como padres nos es imposible llegar a todos los ámbitos de su vida.

  • Cuando empiezan a ir al colegio pueden sufrir acoso, pueden desarrollar ciertos miedos, ciertas ansiedades… Es importante estar atentos.
  • No dudes en establecer un instante de complicidad con tus hijos cada día para hablar sobre cómo ha ido el día.
  • Ante de dormir, por ejemplo, podemos establecer una charla distendida, sin sondear ni hacer de jueces, pero sí sabiendo intuir y dándoles comodidad para que hablen.
No importa que tengan 4 o 14 años. Siempre necesitarán tu ayuda. Hay que estar ahí para ellos.

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