Lo mejor de las semillas es que, gracias a su sabor neutro, podemos combinarlas tanto con platos dulces como salados e incluso en bebidas para aprovechar todos sus beneficios

Aunque incorporar semillas a la alimentación pueda parece algo “moderno”, este hábito se lleva a cabo desde hace siglos.
Estas aportan muchos beneficios para nuestra salud y belleza. En este artículo te contamos cuáles son algunas de las que deberías añadir a tu dieta.
Semillas que no deben faltar en tu alimentación
En las tiendas y mercados podemos encontrar una buena cantidad de productos que incluyen semillas en su composición.
Y, más allá de pensar que se trate de una moda seguida por vegetarianos o celebridades, lo cierto es que se trata de alimentos muy nutritivos que merece la pena aprovechar.
Estas son algunas de las semillas que puedes incorporar a la dieta:
1. Semillas de chía

Son ricas en hierro, calcio y ácidos grasos omega 3. Además, presentan una buena dosis de fibra, por lo cual son saciantes y se recomiendan para personas que están realizando dietas para perder peso.
A su vez las semillas de chía eliminan toxinas, evitan el envejecimiento prematuro de la piel y regeneran tejidos.
- Antes de consumirlas es muy importante ponerlas en remojo con agua durante, al menos, 10 minutos.
- Se formará una especie de “gelatina” la cual se puede añadir a los zumos o batidos de frutas y verduras.
- Otra opción es mezclar con el queso untable en las tostadas o galletas del desayuno, o bien con el yogur o la leche junto a avena y almendras.
2. Semillas de granada
Esta rica fruta colorada tiene en su interior semillas que se pueden comer en muchas preparaciones dulces o saladas.
- Rica en antioxidantes, la granada combate los efectos de los radicales libres y mejora la salud celular.
- Entre los nutrientes que aportan estas semillas encontramos los polifenoles que previenen las enfermedades cardíacas y la vitamina C que refuerza el sistema inmunitario.
- Además sirven para prevenir la formación de coágulos en la sangre, mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos y estimular la circulación.
- Como si no fuese suficiente, las semillas de granada evitan el desarrollo de artritis y de enfermedades óseas.
- Se pueden incorporar a las ensaladas verdes, a los jugos naturales, a las tartas y pasteles.
3. Semillas de sésamo

Se trata de una gran fuente de proteínas y grasas “buenas” así como de lecitina, hierro, zinc y calcio.
- Las semillas de sésamo regulan los niveles de colesterol y le dan un toque diferente a las comidas.
- Lo mejor es comprarlas crudas y luego tostarlas sin aceite durante unos minutos.
- Combinan a la perfección con ensaladas, cremas, tartas y panes. Espolvorea un poco de sésamo por encima de tus comidas y cambiarán completamente.
4. Semillas de calabaza
Tienen muchas propiedades como, por ejemplo, regular el colesterol y suavizar algunos problemas de la piel.
- Conviene consumir semillas de calabaza por la mañana, para controlar el peso, debido a que es un alimento calórico.
- De lo contrario se pueden ingerir por la tarde ya que, al contener magnesio y vitamina B, sintetizan la serotonina y estabilizan el sistema nervioso.
- Son ideales, por lo tanto, para los que padecen insomnio y otras dificultades para conciliar el sueño.
Se pueden consumir como tentempié a media mañana. Un puñado es suficiente. Como es necesario masticarlas bien pueden servir si tenemos mucha ansiedad.
Otra opción es remojarlas toda la noche y al otro día licuarlas con esencia de vainilla o canela.
5. Semillas de lino

Muy pequeñas pero a la vez muy nutritivas. Se trata de una excelente fuente de fibra alimentaria que permite regular el sistema digestivo. Además las semillas de lino aportan polifenoles y ácido linoleico.
Estos nutrientes tienen muchos beneficios para nuestra salud como por ejemploactuar como un potente antiinflamatorio y regular la producción hormonal (se recomienda el lino en mujeres en su período menstrual o durante la menopausia).
Dos de las principales ventajas del lino son que mantiene la regularidad del movimiento intestinal y prolonga la saciedad por más tiempo. Ideal para las personas que sufren estreñimiento, tiene ansiedad por la comida o desean bajar de peso.
Las semillas de lino son muy versátiles y se pueden añadir a las ensaladas, a los panes, a los postres, a las galletas o a los yogures y batidos.
6. Semillas de quinoa
Podría decirse que es una de las últimas semillas que se hicieron conocidas a nivel mundial pero que tienen cientos de años de utilización en América del Sur.
La quinoa tiene muchas propiedades debido a que aporta hierro, fibras, fósforo, proteínas y aminoácidos esenciales.
Estas semillas, además, son muy saciantes y se aconsejan en personas que realizan dietas para perder peso.
Antes de consumir la quinoa es fundamental hervirla con agua y sin sal varios minutos. Luego se la puede añadir a las ensaladas, al arroz, a las tartas o como reemplazo de los cereales.
7. Semillas de amaranto
Es una de las menos conocidas, pero son realmente nutritivas.
Antioxidantes, con una buena concentración de ácido fólico, bajas en grasas y repletas de proteínas vegetales las semillas de amaranto nos permiten relajarnos y mantener el sistema nervioso central en buen estado.
Se pueden consumir en guisos, cremas, sopas o espolvoreadas encima de una tostada con queso magro.
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