Caminar, subir una escalera, reír a carcajadas, tomar a nuestros hijos en brazos… Cada una de estas actividades requiere la presencia de una proteína clave y esencial: el colágeno.
Cuando hablamos de este lo primero que nos viene a la mente es la necesidad de aportar a nuestra piel una buena crema rica en colágeno para hacer frente a las primeras huellas del envejecimiento.
Sin embargo, su impacto en nuestro día a día es tal que se nos olvida algo básico y que conviene tener muy en cuenta: el colágeno es la proteína más importante de nuestro cuerpo.
Un buen nivel de esta proteína en nuestro organismo nos permite tener unas fibras colágenas más fuertes.
En consecuencia, conseguiremos unos tejidos más resistentes que conferirán fuerza, resistencia y salud a nuestras articulaciones, a nuestros huesos, piel, músculos y tendones.
Por otro lado, cabe destacar que tenemos varias opciones a la hora de cubrir nuestros déficits de colágeno.
Una de ellos es, sin duda, ayudarnos de adecuados complementos alimenticios. Esto se convierte en algo esencial una vez llegamos a los 30 años, época en que los niveles empiezan a descender…
Colágeno, la proteína de la vida y el movimiento
Casi sin saber cómo, llega ese día: al subir las escaleras sentimos un pinchazo en la rodilla.
Una tarde, la articulación de la muñeca falla, nos cuesta más levantar peso, escribir en el ordenador… Incluso el simple cambio de tiempo parece dejar su huella de dolor en la cadera o en un hombro.
La paulatina pérdida de colágeno es algo normal, pero no por ello totalmente irreversible. Asimismo, cabe recordar que existen diversos factores que pueden acelerar esa pérdida:
- La menopausia
- El sobrepeso
- Una mala alimentación
- Un trabajo que implique hacer siempre los mismos movimientos
- Ser deportista o atleta
Los factores hormonales, la edad y nuestros hábitos de vida nos quitan, poco a poco y sin que nos demos cuenta, fuerza al motor de nuestra vida, salud a nuestro día a día y, lo que es peor, el dolor empieza a hacer acto de presencia…
¿Es posible fortalecer las articulaciones?
Hay quien lo da por perdido. Son cosas de la edad, qué se le va a hacer, me duele todo y mis articulaciones ya no son las de antes…
Lejos de asumir esta actitud derrotista, es importante tener claro un sencillo aspecto: estamos de acuerdo en que no podremos volver a tener el nivel de colágeno de un joven de 20 años.
Sin embargo, sí podemos recuperar parte de esta proteína para tener una mejor calidad de vida.
¿De qué manera? Bien, no hay un solo enfoque. En realidad, asumir una serie de cambios en nuestra cotidianidad pueden empezar a generar maravillosos resultados en nuestro bienestar:
- Llevar una alimentación saludable y balanceada, ahí donde incluir productos ricos en vitamina C, en minerales como el azufre, así como alimentos que contengan lisina, un tipo de aminoácido.
- La práctica de ejercicio moderado también es muy adecuado.
- Prevenir el sobrepeso.
Por último, tenemos a nuestro alcance una opción sencilla y efectiva: los complementos alimenticios.
Estos son una excelente manera de aportar al organismo los nutrientes necesarios para prevenir el desgaste articular.
Así, nos ayudan en su regeneración, a reducir el dolor, recuperarnos de lesiones y a mejorar la movilidad.
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