viernes, 18 de noviembre de 2016

¿Qué es la ley del espejo? Todo lo que deberías saber


La ley del espejo es la que nos hace ver en aquellos que nos rodean lo que nos disgusta de nosotros mismos, para poder así reparar nuestro ser interior
 
Quizá alguna vez has oído hablar sobre la ley del espejo, o quizá te resulte completamente desconocida.
Sea cual sea tu caso, hoy te contaremos todo lo que necesitas saber sobre esta y lo que la conforma.
En primer lugar, la ley del espejo afirma lo visto en otras personas como un reflejo real de lo que tienes dentro de ti mismo; es decir si ves cosas en alguien, los que estás observando es un reflejo de lo albergado en ti.
Lo anterior yace como una  manera de enseñanza.
Su fin es el de solucionar problemas, sean graves o simples, con grupos de personas allegadas y pertenecientes a nuestro círculo social. Pueden ser conocidos, compañeros, familiares o amigos, entre otros.
No obstante, esta ley es algo que debe realizarse desde uno mismo.

Qué es la ley del espejo

Explicando la ley del espejo
El principio de la ley del espejo sugiere el corazón como el origen de todas las cosas.
Allí se albergan las razones por las cuales reaccionamos de cierta manera ante las opiniones o acciones de los demás hacia nosotros.
Un argumento bastante fuerte se presenta con un ejemplo sencillo:
Debemos fijarnos en cómo reaccionan quienes nos rodean con respecto a los comentarios o acciones recibidas. Surgen un montón de sentimientos diferentes en cada persona.
Lo anterior sugiere que la reacción es relativa a lo que yace en el corazón de cada uno.
Por ello, a través de esta ley, se pueden comprender ese tipo de cosas y, a la vez, comenzar por cambiar lo negativo.
Debemos ir paso a paso hasta reaccionar ante las situaciones de manera más tranquila y libre de pensamientos nocivos para la mente.

Analizar el comportamiento de los demás

Teniendo en cuenta de qué trata la famosa ley del espejo, se debe entrar poco a poco en la práctica.
Las personas que encontramos en nuestro entorno conforman una parte esencial de nuestra vida y de lo que somos como seres humano.
De ellas suelen molestarnos una infinidad de cosas, lo cual es totalmente normal.
Maneras de actuar, reacciones, mentiras, control externo de familiares hacia nuestra vida… Todo ese tipo de cosas son inesperadas, molestas e incluso tortuosas.
Debemos analizarlas en ese orden de ideas, sin entrar a reaccionar de ninguna forma.

Analizar el comportamiento propio

Analizar el comportamiento propio
Las cosas positivas o negativas de la vida no se albergan únicamente en las demás personas. Nosotros mismos también tenemos una serie de características supremamente relevantes, que pueden agradar o molestar quienes nos rodean.
Para analizarse a uno mismo se debe dejar salir, a flor de piel, el exceso de honestidad, sensatez y sinceridad. Y es que la autocrítica es una de las prácticas más recomendadas, siempre y cuando sea bien utilizada.
Como seres humanos, el error no es ajeno a nuestro patrón de comportamiento. No obstante, no debe ser una excusa para justificarlo todo.
Por ello debemos estudiar cómo tratamos a quienes nos rodean y localizar los errores en nuestro propio comportamiento.

Poner en práctica la ley del espejo

Basta de tanta teoría. Lo ideal frente a esta ley es ponerla en marcha lo antes posible.
Con base en lo mencionado anteriormente, ya sabemos analizar a los demás y a nosotros mismos o, por lo menos, ya lo pusimos en práctica.
Ahora vamos a trascender en el camino para sacarle provecho a la ley del espejo:
  • Para ello basta con elegir una sola persona. Esta debe sernos de muy poco agrado, así el ejercicio será mucho más relevante.
  • Teniendo al sujeto en mente (alguien con el cual no sentimos empatía y creemos que nos ha hecho mucho daño), elaboramos una lista con todas las cosas positiva por las cuales le debemos agradecer.
  • Para realizarla se debe tomar el tiempo suficiente. Paciencia y cero ansiedad son los ingredientes para dejarla como se debe.
  • Al terminar la leeremos en voz alta, como si estuviésemos diciéndole todo a esa persona.
Te recomendamos leer: El cerebro emocional: la empatía

Contactar con el sujeto

Contactar al sujeto
Yendo más allá, la ley del espejo sugiere reparar los lazos con quienes nos rodean. De tal forma, nuestro corazón irá dejando de lado los pensamientos destructivos y la empatía florecerá paulatinamente.
Una vez en frente de esa persona le mencionaremos la lista de cosas positivas y, si es necesario, pediremos perdón.

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