viernes, 29 de julio de 2016

Mejora tu vida sexual y evita la incontinencia urinaria con los ejercicios de Kegel


Los ejercicios de Kegel se pueden practicar en cualquier momento del día y sus beneficios son notables a cualquier edad, pero sobre todo una vez pasada la menopausia
 Todos los músculos de nuestro cuerpo necesitan ejercitarse y, por lo tanto, los del suelo pélvico no son la excepción.
Estos se encargan de sostener el útero, la vejiga, el recto y el intestino delgado, por lo que desempeñan un papel principal tanto en la salud como en la vida sexual y reproductiva.
El problema es que, con el paso del tiempo, se van debilitando, ya sea por los cambios propios de la edad, el sobrepeso, los partos o los ejercicios de alto impacto.
 
A su vez, puede conducir a una condición llamada incontinencia urinaria, la cual provoca la salida involuntaria de orina al toser, estornudar o reír.
El debilitamiento también hace que disminuya la satisfacción en las relaciones sexuales ya que el canal vaginal se relaja en exceso.
Por fortuna, la rutina de fortalecimiento no es difícil y se puede llevar a cabo desde la comodidad de nuestro hogar.
Los ejercicios fueron diseñados por el ginecólogo estadounidense Arnold Kegel, quien encontró en estos una alternativa a los procedimientos quirúrgicos para tratar la zona.

Beneficios de los ejercicios de Kegel

parejas sexualmente satisfechas
Si bien su objetivo principal es prevenir el problema de la incontinencia urinaria, estos ejercicios también están recomendados para recuperar el tono de los músculos y la vagina, sobre todo después de dar a luz.
Su práctica ha demostrado mejorar la vida sexual de las practicantes, no solo porque fortalece la zona, sino porque ayuda a entrenar varias posturas para el acto.
También está comprobado que las mujeres que los realizan tienen partos menos complicados y con menos riesgo de desgarros.
Previene el prolapso, es decir, la salida hacia el exterior de órganos pélvicos como el útero y la vejiga.
Además, no se requiere ser un experto en el tema. No necesitas aparatos adicionales y se pueden realizar en cualquier espacio libre.

¿Cómo identificar los músculos del suelo pélvico?

suelo-pelvico
Para obtener los mejores resultados con la práctica de estos ejercicios es importante reconocer cuáles son los músculos que se van a trabajar.
Si no tienes muy claro cuáles son, trata de identificarlos con alguna de las siguientes formas:

Interrupción de la orina

Cuando estés orinando, realiza pausas en la eliminación de líquidos para sentir cuáles son los músculos que se contraen con esta acción.

Tacto vaginal

Si lo anterior no fue suficiente para reconocerlos, introduce el dedo limpio en la vagina y aprieta tanto como te sea posible.

Técnica del espejo

Siéntate frente al espejo con las piernas separadas, realiza una contracción de los músculos y observa lo que ocurre cuando se cierra la entrada de la vagina.

¿Cómo hacer los ejercicios de Kegel?

Cómo hacer los ejercicios de Kegel
Estos ejercicios se pueden hacer en cualquier postura, aunque es probable que te resulte más cómodo en posición tumbada con las rodillas flexionadas.

El lento

  • Aprieta los músculos como cuando detuviste la orina, tirándolos hacia arriba.
  • Contrae y mantén la posición unos cinco segundos, respirando suavemente.
  • Relaja 10 segundos y repítelo 10 veces.

El rápido

  • Aprieta y relaja los músculos tan rápido como te sea posible, hasta que sientas cansancio o haya trascurrido mínimo dos minutos.
  • Comienza con 5 repeticiones hasta llegar a 15.

El ascensor

Esta actividad requiere mucha concentración, pero sus beneficios son aún mayores que los anteriores.
  • La vagina es un tubo muscular con secciones en forma de anillo, uno sobre el otro. Imagina que cada uno es una planta y subes y bajas el “ascensor” tensionándolos.
  • Empieza con suaves contracciones, soporta dos segundos y continúa hasta finalizarlas todas.
  • No olvides hacerlo con la respiración controlada.

La onda

  • Ciertos músculos del suelo pélvico tienen tres anillos: uno en la uretra, otro alrededor de la vagina y uno cerca del ano.
  • Intenta contraerlos de adelante hacia atrás y relájalos en forma contraria.
  • Realiza de 10 a 15 repeticiones.
¿Lista para hacerlos en casa? Cuanto más los practiques dentro de tu rutina, mayores serán los beneficios que obtengas a mediano y largo plazo.
En un principio son un poco incómodos y raros pero, con el paso del tiempo, se hace más fácil practicarlos durante el día.
Es probable que te canses al hacerlos, o sientas que no puedes identificar bien las partes que se tienen que trabajar.
Sin embargo, si perseveras y sigues las recomendaciones dadas, podrás comprobar que no son difíciles y tienen resultados muy positivos para tu bienestar.

http://mejorconsalud.com

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