martes, 13 de enero de 2015

Magnetoterapia


Desde tiempos inmemorables, el magnetismo ha sido siempre una parte de las herramientas curativas de la humanidad. La mención más temprana del imán como agente curativo es uno de los cuatro Vedas en el tratado de la medicina Ayurveda.
El hombre de distintas regiones del planeta ha sido favorecido por los efectos benéficos de la energía magnética. Muchas civilizaciones indígenas y antiguas, incluyendo hebreos, árabes, indios, chinos, egipcios y griegos, han usado imanes para curar. Según una leyenda, Cleopatra usó un amuleto magnético en su frente para preservar su juventud; éste quedaba cerca de la glándula pineal.
Una de las figuras más influyentes en la historia de la curación magnética fue Paracelso, quien ayudó a traer la medicina de las edades oscuras. Él creía que la fuerza magnética podía energizar el cuerpo y promover su propia curación. Su trabajo influenció grandemente a Mesmer.
El renacimiento curativo magnético ha sido notable. Millones de personas a través del mundo utilizan los imanes ya que la investigación científica mundial ha comprobado que, efectivamente, la energía magnética es de invaluable ayuda para promover el buen estado físico y mental y el bienestar del ser humano. Algunos atletas utilizan la terapia magnética para eliminar su dolor.
 La Magnetoterapia consiste en la aplicación de campos magnéticos fijos o variables sobre una zona del cuerpo aquejada por una disfunción o traumatismo. Todo imán  tiene un polo positivo y uno negativo por lo que el principio de la magnetoterapia está basado en esta dualidad.  Desde el inicio del tiempo, la dualidad siempre ha tenido un papel trascendental en la vida del hombre: negativo y positivo, blanco y negro, noche y día, o dicho en palabras de medicina oriental, yin y yang.
 Sus efectos terapéuticos son:
  1. A nivel de la membrana celular, restablece el potencial de la membrana alterada, aumentando el metabolismo del oxígeno, produciendo una mayor utilización del mismo.
  2. Aumenta el trofismo, estimula la osteogénesis, como consecuencia de ello, mejora y acelera la reparación de las fracturas, aumenta el metabolismo del calcio y la cicatrización, induciendo a la relajación muscular.
  3. Disminuye los edemas, aumenta la síntesis enzimática, regula la función endocrina, mejora el sistema inmunológico, normaliza el sueño, es sedante y antiespasmódico y produce una estimulación del sistema circulatorio venoso y linfático.
La magnetoterapia puede utilizarse en tratamientos como dolor de cabeza, cuello, espalda, hombros, brazos, piernas, oídos, pecho, rodillas; asma, tos, sinusitis y bronquitis; ansiedad, nerviosismo, depresión, desgano, preocupación, estrés, cansancio e insomnio; vértigo, mareos y vómito; entre otros más, siendo un excelente tratamiento complementario.
 Los resultados más fáciles de observar son la desaparición de un dolor muscular o de cabeza a los pocos minutos de usar un imán.
Como todos sabemos, la tierra es un gigantesco imán cuyos polos se encuentran en proximidad de sus polos geográficos. Por otra parte, el mismo ser humano es un fenómeno biomagnético en tanto sus células e incluso los átomos que las componen, son diminutos imanes con ambas polaridades. De ahí que la energía magnética ayude, entre otras cosas, a:
  • Mitigar o desaparecer dolores e inflamaciones
  • Reforzar la capacidad del organismo para sanarse a sí mismo
  • Normalizar las funciones vitales y del sueño reparador
  • Equilibrar las energías biológicas
  • Normalizar la presión, circulación y PH sanguíneos
  • Promover la oxigenación de la zona de aplicación
  • Favorecer el razonamiento y la agudeza mental
  • Reducir y disolver depósitos de grasa
Los imanes restablecen el equilibrio del cuerpo logrando así un efecto curativo.
Entre las teorías del funcionamiento de la Magnetoterapia se encuentran que:
  1. Los campos magnéticos influencian sobre el movimiento de los fluidos corporales.
  2. El imán atrae al hierro y al ser éste el principal componente de la sangre, se produce un suave aumento de la circulación en la región donde se aplique el imán, contribuyendo así a la buena oxigenación de los tejidos adyacentes.
  3. Los imanes actúan a nivel del sistema nervioso, sobre las cargas eléctricas que éste utiliza para enviar sus señales.
  4. Los imanes actúan sobre los fluidos corporales mejorando la irrigación de los tejidos dañados, aportándoles oxígeno y nutrientes.
  5. Toda la enfermedad es debida a una cierta clase de desequilibrio o a la disonancia de energía. El equilibrio o el flujo de la energía electromagnética debe restaurar a la salud y los imanes son una herramienta para poder hacer esto.
Se ha comprobado que, conforme a la dualidad del magnetismo, el polo norte (lado negativo del imán), está principalmente indicado para calmar y suprimir el dolor y para combatir procesos inflamatorios e infecciosos ya que la energía del polo norte neutraliza los virus. Nuestro organismo cuenta con un proceso curativo natural que va acompañado de un aumento momentáneo de potencial negativo celular. Al ser aplicado en la zona afectada, refuerza la acción curativa del propio organismo. En general el polo norte tiene una acción reguladora.
El polo sur (lado positivo del imán) proporciona energía, fortaleza y vitalidad. Está indicado en casos de rigidez, atrofia, debilidad y desgarros musculares, fracturas de huesos y ligamentos, esguinces, rehabilitación, cicatrización de heridas, artrosis, etc. Se aplica siempre y cuando no existan riesgos de infección o dolor. En estos casos debe aplicarse primeramente el polo norte y cuando éste haya actuado favorablemente curando la infección y suprimiendo el dolor, puede y debe continuarse con el polo sur para consolidar la recuperación. El polo sur beneficia tanto a las bacterias buenas como a las patógenas, no las distingue, por lo que hay que ir con cuidado.
 Un ejemplo es que aplicando el polo norte en el plexo solar o epigástrico contribuye a la relajación de todo el organismo, combate el estrés, nerviosismo, insomnio, ansiedad, hipo y desequilibrios del sistema nervioso. Y aplicando el polo sur en el plexo solar aporta energía y vitalidad a todo el organismo, pero está contraindicado en los casos donde existan procesos infecciosos y tumorales, en cuyo caso se recomienda el polo norte.
 Fuente:
UTILIZAR  ESTAS HERRAMIENTAS BAJO  CONTROL DE ESPECIALISTAS EN MAGNETOTERAPIA

http://sanacionnatural.net/

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