jueves, 17 de marzo de 2016

Dieta para mejorar la memoria



Por Maria Tutusaus, el 16 marzo 2016, FrutasSalud


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Una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras y hortalizas es fundamental para mantener la memoria en forma. El cerebro necesita una ingesta necesaria de todos los grupos de vitaminas para funcionar de forma correcta. Además, es conveniente evitar el consumo de tóxicos como el alcohol o el tabaco para proteger las funciones cerebrales.
Hay determinados grupos de alimentos que pueden mejorar la capacidad de la memoria:

Ácidos grasos Omega 3

Un estudio publicado en el último número de la revista Journal of Alzheimer’s disease demuestra que una suplementación de omega 3 tiene efectos positivos en la función cerebral de la memoria en adultos sanos de avanzada edad.
Por ello, una dieta  equilibrada debe incluir pescados como el salmón, las sardinas o el atún, ricos en estos ácidos grasos. Además, existen otros alimentos con un gran aporte en Omega-3 son las semillas de lino y de chía, las nueces o el aguacate. También se recomiendan los complementos de aceite de germen de trigo.
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Bayas silvestres y frutos rojos.

Los arándanos rojos, el mirtilo, las moras, las fresas  o las frambuesas tienen un alto nivel de antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento de las células cerebrales. Según un trabajo de la Universidad de Boston, publicado en The British Journal of Nutritionuna suplementación con estos frutos rojos mejora las capacidades cognitivas, sobre todo, la memoria. Los jugos biológicos Biotta son una excelente forma de tomar este grupo de alimentos.

Alimentos ricos en vitamina B

Alimentos como los huevos, la leche, los cereales integrales o el pan integral son pilares fundamentales en una dieta sana. Las vitaminas del grupo B son las más importantes para la nutrición y la salud mental.

Frutas y verduras ricas en antioxidantes

Estos ayudan a combatir los radicales libres. El tomate, rico en licopeno, y las zanahorias, con un alto contenido en betacarotenos, son dos hortalizas básicas que no deben faltar en la cocina.
http://www.avogel.es/

miércoles, 16 de marzo de 2016

Depurar, una cuestión importante.


El cuerpo humano cuenta con mecanismos capaces de resolver problemas de excesos, carencias o toxicidad pero nuestro peculiar estilo de vida llega a colapsar la capacidad de adaptación del organismo y cuando lo llevamos a un estado de desequilibrio aparecen los problemas de salud. Diariamente lo intoxicamos a través de una alimentación desequilibrada o prácticas poco saludables de vida como el sedentarismo, el tabaco o el alcohol.

Para conseguir un perfecto funcionamiento del organismo la naturaleza ha creado dos pilares básicos: la depuración y la nutrición adecuadas.

La salud depende en primer lugar de una desintoxicación llevada a cabo por los órganos destinados a ello: hígado, vesícula biliar, intestino, piel, riñón, apoyados por el sistema cardiovascular.

La mayor parte de  las toxinas proceden de la degradación de los alimentos que se ingieren y no suponen peligro alguno mientras el organismo mantenga la capacidad de eliminarlos en la misma medida que se originan, el problema empieza cuando se acumulan más toxinas de las que el organismo elimina.


El problema se inicia con una alimentación poco adecuada, artificial y cargada de sustancias nocivas. La ingesta de sustancias poco saludables provoca una digestión difícil e insuficiente, desequilibra la flora intestinal y genera procesos de putrefacción, enlentecimiento e inflamación, lo que incrementa la permeabilidad intestinal permitiendo el paso de macromoléculas alimenticias y bacterianas al flujo sanguíneo y generando problemas secundarios por sobrecarga en el hígado, riñón o provocando alteraciones en el sistema inmune generados por la presencia de toxinas que actúan como antígenos y generan respuestas exacerbadas como ocurre en las enfermedades autoinmunes.

 Información de Equisalud.

martes, 15 de marzo de 2016

Alimentos que debes evitar cuando tienes mocos y flemas


Si tienes un exceso de mucosidad o de flemas porque estás malo o enfermo existen algunos alimentos que debes eliminar de tu dieta porque aumentan su producción. Descubre cuáles son.
La mucosidad o los mocos son sustancias que nuestro organismo produce de manera totalmente natural con el objetivo de proteger determinadas zonas y superficies de nuestro cuerpo. Pero dependiendo de la causa que haya motivado su aparición su fin último será evidentemente diferente. Podemos poner como ejemplo la mucosidad ocasionada por la presencia de un resfriado, un simple catarro o una gripe: estos mocos tienden a surgir como consecuencia de un ataque bacteriológico que ocasiona a su vez la aparición de una mucosidad respiratoria.
Es decir, nos encontramos ante sustancias completamente naturales y de origen biológico, que distinguimos sobre todo en la nariz. Eso sí, dependiendo de la causa que ocasione su aparición en cantidades mayores podrán provocar un cambio de textura, color, consistencia e incluso olor.
Alimentos a evitar con mucosidad
Esta mucosidad es producida por un tipo de células llamadas caliciformes, que se encuentran presentes en el aparato de Golgi y en el retículo endoplasmático, y segregado por las membranas mucosas. Se encuentra compuesto por altas concentraciones de anticuerpos con funciones protectoras para nuestro organismo, así como por una mezcla de proteoglicanos y glicoproteínas.
Al igual que es posible aliviar la mucosidad, optando por ejemplo por determinados remedios naturales que ayudan a reducir la producción de mocos e incluso a eliminar su exceso de forma fácil y sencilla, también existen algunos hábitos que pueden influir en su mayor producción. Es el caso de algunos alimentos y bebidas cuyo consumo no estaría aconsejado cuando tenemos mocos, ya sea porque estamos agripados o resfriados o porque sufrimos alguna otra afección respiratoria con sobreproducción de mucosidad.

¿Qué alimentos debemos eliminar de nuestra dieta cuando estamos malos con mocos?

Los lácteos

Tanto la leche como los productos lácteos derivados (como el yogur, el queso, las cremas agrias, mantequillas e incluso los helados) tienden a favorecer y aumentar la producción de mocos. ¿Por qué crees que cuando un niño está con mocos lo primero que hace el pediatra es desaconsejar el consumo de leche?. Por eso mismo.
Lácteos
De hecho, los lácteos aumentan la producción de flemas irritantes y gruesas, la cual se produce sobre todo en la garganta. Más aún, si esta mucosidad ya se encuentra presente porque estamos malos y además consumimos lácteos, estos alimentos harán que los mocos existentes sean incluso más gruesos y duros, por lo que su eliminación será más dificultosa.

Los productos de origen animal

Los productos de origen animal, como por ejemplo la carne (en especial la carne roja), las aves y los huevos aumentan la producción de mucosidad y de flemas, especialmente por su alto contenido en proteínas.
Esta riqueza en proteínas ocasiona que el moco se pueda acumular en la garganta y en las vías respiratorias, afectando enormemente a una adecuada respiración.

Algunas frutas, hortalizas y tubérculos

Aunque sean alimentos sanos por naturaleza e incluso muchos de ellos son útiles para la eliminación de la mucosidad, existen determinadas frutas, hortalizas y tubérculos cuyo consumo deberíamos eliminar cuando tenemos mocos. Es el caso del plátano, maíz, repollo, patata y batata.
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Grasas y aceites de origen animal

Como ocurre con los productos cárnicos de origen animal, también debemos evitar el consumo de grasas de origen animal como por ejemplo es el caso de alimentos como la manteca y la mantequilla.

Algunos frutos secos: cacahuetes y nueces

Determinados frutos secos favorecen la producción de mucosidad, especialmente en aquellas personas que presentan algún tipo de intolerancia o alergia a este grupo de alimentos. En este sentido, son altamente alérgenos frutos secos como las nueces y los cacahuetes.

Trigo

Aunque no está del todo claro qué componente o compuesto es el culpable de que el trigo y productos derivados del trigo aumenten la producción de mucosidad y flemas, cuando tenemos mocos no es recomendable optar por alimentos derivados del trigo, en especial aquellos que han sido elaborados a partir de harina de trigo procesada. Un ejemplo es el caso de los cereales, la pasta y el pan.
http://www.natursan.net/