jueves, 26 de septiembre de 2013

BOSWELIA Y CÚRCUMA PARA LAS ARTICULACIONES

Propiedades de la Boswellia contra los dolores articulares

En la India, uno de los países de los que es originaria la boswellia serrata, son bien conocidas las propiedades medicinales de la boswellia en la medicina ayurvédica, la cual recomienda la infusión de la corteza de este árbol para el tratamiento de la artritis.

Estudios médicos recientes demostraron los beneficios de la boswelia  no sólo en el tratamiento de la artritis sino en el de todo tipo de dolencias articulares o incluso en dolores musculares.
La boswellia posee una reconocida acción antiinflamatoria a nivel general, que se hace más evidente a nivel articular.
Además, otro de los beneficios de la boswelia en el tratamiento de problemas articulares es su acción analgésica. Al ser adecuada para consumirse, en las dosis precisas, durante largos periodos de tiempo, la boswellia serrata es una de las opciones para el tratamiento crónico de artritis, artrosis y procesos reumáticos no infecciosos, si bien es necesario establecer periodos de descanso a lo largo del año.

La boswellia serrata posee la particularidad de necesitar consumirse junto con al menos otra planta de efectos similares para ser realmente efectiva. En función de la zona geográfica y la flora del lugar, la medicina tradicional y la fitoterapia suelen combinar la boswellia con cúrcuma, jengibre, harpagofito o grosellero negro, todas ellas plantas indicadas para aliviar las molestias en procesos inflamatorios articulares.

Propiedades medicinales de la Cúrcuma en procesos inflamatorios

Uno de los beneficios de la cúrcuma  que han sido sobradamente probados es su acción antiinflamatoria a nivel general, y calmante de los dolores asociados a artrosis, artritis y reumatismos como consecuencia.
Los efectos antiinflamatorios de la cúrcuma  se ven reforzados con otras virtudes, como su poder expectorante, que ayuda a despejar las vías respiratorias en gripes y resfríos con más eficacia que un antiinflamatorio convencional.
Además la acción antiinflamatoria de la cúrcuma es bastante rápida, pudiendo emplearse para aliviar las molestias de esguinces y magulladuras. Y no por ello resulta la cúrcuma una planta peligrosa: si bien existe el riesgo de intoxicación con dosis de unos 15 gramos diarios durante un tiempo, teniendo en cuenta que para el tratamiento de procesos inflamatorios se requiere cerca de la décima parte y que con las comidas ya resulta complicado alcanzar esa cantidad, la intoxicación por cúrcuma resulta muy improbable.

La ingesta de cúrcuma resulta un tratamiento adecuado para enfermedades crónicas, ya que puede consumirse durante meses seguidos si fuera necesario y sin los efectos secundarios asociados a los antiinflamatorios sintéticos. En cuanto a eficacia, los beneficios de la cúrcuma como antiinflamatorio en tratamientos prolongados son equiparables a los de los antiinflamatorios convencionales.

Para aprovechar completamente las propiedades medicinales de la cúrcuma conviene acompañar su consumo de una pequeña cantidad de pimienta negra.


Contraindicaciones para el consumo de Cúrcuma

La cúrcuma tan sólo está contraindicada a personas con úlceras sangrantes y, en tratamientos prolongados, a embarazadas o a personas que se mediquen con anticoagulantes, por su acción sobre la agregación plaquetaria.
http://alimentosparacurar.com/