miércoles, 31 de octubre de 2012

METALES PESADOS

Metales pesados

Cada día son más las agresiones a las que se ve obligado a adaptarse el ser humano, y cada día son más sofisticadas.  Sólo tenemos que conectar el televisor y observarlo con una atención holística para ir comprendiendo la cantidad de estímulos a los que nos vemos expuestos a diario, hemos reducido nuestra capacidad de elección a estos estímulos audio visuales que nos imponen los medios de comunicación, ya no son importantes ni los olores, los sabores, la percepción visual directa dominada por la relación de la distancia, mano ojo, textura, etc.  Cada vez participamos menos directamente con el entorno, solo lo imaginamos según nos dicen las noticias, según nos imponen los medios publicitarios y así nos movemos en un mundo imaginario lejos de una realidad que cada día irá introduciéndose en nuestros sistemas y órganos produciéndonos problemas en nuestra salud, sin que podamos comprender cómo es posible que esto nos suceda si creemos vivir en un mundo totalmente sano y en equilibrio, según nos han informado las fuentes autorizadas.
Unas de las, relativamente, últimas amenazas a las que nos estamos viendo obligados a adaptarnos es la gran cantidad de toxinas metálicas a las que nos vemos expuestos a diario.  Las fuentes son diferentes y variadas.  Se ha hablado mucho de las amalgamas, unos a favor de su uso y otros en su contra, el hecho es que después de numerosas investigaciones en las que se ha demostrado el daño, en muchas ocasiones irreversible, que causa el mercurio en nuestro organismo.  El mercurio es un metal pesado que afecta directamente al sistema nervioso, se introduce en la neurona quemando literalmente el orificio de entrada con lo que hace mucho más complicada su eliminación.  En Suecia se demostró su implicación directa en casos de esclerosis múltiple.  Es ávido de depositarse en los ganglios del sistema nerviosos vegetativo, en especial en los pertenecientes al parasimpático afectando con mucha frecuencia a:   la visión (ganglio ciliar), al sistema orgánico como digestiones, intestinos, asimilación ... (ganglios vagales del nervio vago).  También se ha encontrado excesivas cantidades de mercurio depositado en tiroides afectando al metabolismo.  Cada día son más los profesionales que movidos por su vocación y ética, incursionan en los evidentes resultados de las investigaciones y "ante la duda razonable" prefieren no arriesgar la salud de sus pacientes.
Si usted es portador de amalgamas no se apresure a quitarlas de forma incontrolada.  Según últimas investigaciones se ha comprobado que hay que efectuar todo un protocolo para eliminar estos empastes sin poner en riesgo nuestra salud.  Se puede comprobar que nuestra inmunidad se hace mucho más débil durante las dos semanas siguientes a la extracción de las amalgamas debido a la absorción, casi imposible de evitar, que hace el cuerpo de las emanaciones de los gases del torno, es importante que busquen un profesional informado en estos protocolos.
Pero aún así no son las amalgamas las únicas y más importantes fuentes de estos venenos, tenemos unos más activos y que según investigaciones están directamente involucrados con el Alzheimer, hablamos del "aluminio".  Hace ya unos meses que llevo investigaciones con diferentes casos de parálisis cerebral en niños de diferentes edades, a todos mandé hacer una analítica de su pelo por un reconocido laboratorio,  para conocer la cantidad de metales tóxicos que tenían en sus tejidos,  todos presentaron una cantidad de aluminio extremadamente peligrosa, así como de otros metales como cadmio y arsénico.  Estas intoxicaciones desequilibraron los niveles iónicos perjudicando la espasticidades e hipotonías musculares con las que tanto hay que luchar en estos casos.  Algunos de los pacientes mejoraron mucho los tonos, sus comportamientos psicológicos y motores al ser eliminados en parte estas intoxicaciones. Las fuentes de intoxicación en las que se pueden pensar en estos casos, según los laboratorios implicados, era el consumo de bebidas gaseosas enlatadas, el consumo de alimentos cocinados en recipientes de aluminio y la composición de los medicamentos que se le administraban a estos niños, pero en ninguno de los casos de los analizados se cumplían estos requisitos.
Aún no podemos conocer con exactitud estas fuentes, se pueden pensar diferentes causas, las más plausible es que en un intento de eliminar el plomo de las gasolinas, se le añaden a estas catalizadores que llevan aluminio en su composición, que será asimilado por las vías respiratorias. También podemos atender a la asimilación que hacemos a través de la piel del aluminio que llevan algunas prendas de vestir, que las hacen más resistentes a los lavados, al tiempo y otras agresiones externas.  Solo se investigó en esta muestra de niños, pero sería interesante hacer estas investigaciones con transeúntes clínicamente sanos, o sea, aparentemente sanos, para conocer sus niveles tóxicos y poder hacer prevenciones de enfermedades que con tanta frecuencia nos sorprenden y para  las que encontramos pocas soluciones.

Salud Holistica
http://www.saludholistica.com/es/8/1255?id_art=353